Indultar a ‘Carlitos’, el ciervo de la Culebra
Los vecinos de Linarejos temen que los permisos de caza acaben con la vida de un venado de ocho años al que han ayudado a comer y los gestores medioambientales consideran un peligro
Durante más de ocho años los vecinos de Linerejos, una remota pedanía de la Sierra de la Culebra de Zamora de tan solo diez habitantes, han visto crecer al ciervo Carlitos. A medida que su cornamenta agrandaba sus ramificaciones, él ha ido cogiendo más confianza para acercarse al pueblo a por manzanas y otras frutas y verduras que los vecinos desechaban y le dejaban en montones.
Ahora, el futuro de Carlitos está amenazado por los permisos de caza y el argumento de los gestores medioambientales de que es un animal peligroso para la población, algo que «la práctica totalidad» de los habitantes de Linarejos ha rechazado, según ha señalado a Eefe Pilar Devesa, una de las vecinas que piden «indultar» a ese ejemplar de ciervo adulto con imponente cornamenta de catorce puntas.
«Que lo dejen en paz porque no es peligroso, jamás lo ha sido, nadie se acerca a él y él tampoco se acerca a nadie», ha asegurado esta vecina que admite que ese ciervo puede ser visto por las calles del pueblo, no solo de noche, también a plena luz del día, porque ha cogido confianza, pero nunca ha dado problemas.
Por ello, un grupo de vecinos mostró su indignación cuando el pasado domingo agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León se pusieron a disparar a las afueras del pueblo con la intención de abatir o al menos asustar a Carlitos, algo que les molestó más aún cuando el argumento que se les dio es que el pueblo había denunciado el peligro que representaba el cérvido.
Los vecinos llamaron a la Guardia Civil para que cesaran los disparos de los agentes medioambientales realizados «a cincuenta metros del casco urbano», algo que para Pilar Devesa sí que constituía un verdadero peligro. El asunto acabó con una denuncia vecinal ante la Guardia Civil y un escrito remitido a Medio Ambiente para pedir el «indulto» para Carlitos. Los vecinos recogen firmas en la que buscan apoyos externos a su reivindicación.