El silencioso recuerdo a los difuntos
La festividad de Todos los Santos cita en los cementerios de la provincia leonesa durante estos próximos días a los deudos y amigos de los fallecidos para honrarles, dentro de una tradición que abrió el papa Gregorio IV en el año 835
El recuerdo a los difuntos reúne en los cementerios a las diferentes generaciones familiares para cumplir con un rito que se renueva cada 1 de noviembre. JESÚS F. SALVADORES
El silencio de los cementerios llama estos días a los deudos para honrar a sus difuntos. Convertidos en espacios de recogimiento el resto del año, apenas poblados por personas en solitario, los camposantos citan desde esta semana y hasta el 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos, a los vivos para que no pierdan el recuerdo de los muertos al pie de sus tumbas. El homenaje cuaja de flores las lápidas, esparce pasos por los senderos entre las tumbas y anima al bisbiseo de la oración en la que se recoge el tributo a aquellos que ya no están.
La cita pone el foco sobre los cementerios como lugar de reunión. El operativo especial puesto en marcha, como el que funciona desde esta semana en el camposanto de Puente Castro con servicios especiales de autobuses y apertura desde las 10.00 hasta las 18.30 horas —una hora antes el día 1 de noviembre—, facilita la visita para los familiares y amigos que quieren acercarse a recordar a sus difuntos.
La costumbre de la festividad, que asienta su origen en el año 835, cuando Gregorio IV instauró la fecha en el calendario litúrgico para contribuir a la reducción de las celebraciones paganas, concede un espacio común a las familias para el encuentro. No hay olvido para los muertos a los que se recuerda. Aunque ya no tengan voz, estos días se les escucha en el silencio de los cementerios.