Asesinan a tiros a Isabel Carrasco en plena calle «por una venganza»

La presidenta de la Diputación Provincial, Isabel Carrasco, falleció asesinada a tiros ayer a las 17.17 horas en la pasarela de los ambulatorios del Paseo de la Condesa, presuntamente por una venganza personal que se atribuye supuestamente a la esposa y a la hija de un inspector de Policía de Astorga. La joven, de 35 años de edad, había trabajado en la Diputación, pero fue despedida. Su madre tiene 55 años. Ninguna de los dos reconoció ayer la autoría de los hechos en el primer contacto con los agentes y según fuentes policiales se mostraron tranquilas.

Isabel Carrasco, que lucía un vestido de color fucsia en el momento de los hechos. Seguía la misma ruta muchos días, acababa de salir de su domicilio y caminaba sola en dirección a la sede del Partido Popular, ubicado a pocos metros de la salida de la pasarela por el lado del Paseo de Salamanca.

Se dirigía al punto de encuentro concertado con miembros de su partido para asistir al mítin de Mariano Rajoy en Valladolid. Esperaban por ella el delegado de la Junta en León, Guillermo García Martín, el concejal de Policía, Ricardo Gavilanes y el concejal de Hacienda, Agustín Rajoy. Todos ellos se habían ofrecido a subir la pasarela del puente para recogerla, pero la presidenta rechazó la propuesta en la última conversación telefónica que mantuvieron con ella antes de que se produjera el fatal desenlace.

Unos metros antes de llegar a la mitad del puente, Carrasco fue tiroteada por la espalda a no demasiada distancia. Entre dos y cuatro disparos, seguramente realizados por la espalda según la versión oficial, acabaron en el acto con la vida de la presidenta, que cayó tendida en el puente a una hora en la que había numerosos viandantes en la zona.

Todo hace pensar que posteriormente fue rematada. La tesis de la investigación más fiable sostiene que había un impacto de bala en el cráneo, otro en la nuca y dos más en la espalda. El primero fue mortal de necesidad y los dos últimos, según la versión de un testigo, se produjeron al rematarla.

Viandantes consultados por la policía afirmaron que se escucharon “como petardos” pero que no hicieron pensar en un principio que se tratara de un suceso de estas características.

El relato de los hechos que sostiene la investigación refiere que la presunta autora de los disparos, que estaba a una distancia cercana a la víctima en el momento en que apretó el gatillo, emprendió la huida a pie supuestamente junto con su hija, para ir a buscar un Mercedes de color gris claro y pintura metalizada.

Testigo clave

Un policía jubilado que presenció los hechos resultó clave para poner a la Policía sobre aviso y seguir a las sospechosas, hasta que se produjo la detención de ambas. Inmediatamente se dio aviso al servicio 112 Castilla y León y una ambulancia medicalizada de Sacyl se trasladó al lugar de los hechos, donde solamente se pudo certificar la muerte de Carrasco, cuyo cadáver permaneció tendido en el lugar del crimen por espacio de hora y media, hasta que la titular del juzgado de Instrucción número 4 de los de León ordenó el levantamiento del cadáver, para su traslado al Hospital de la capital.

Previamente una dotación de la Brigada de Policía Científica de la Policía Nacional de León realizó la inspección ocular del lugar y tomó muestras en la zona, con el apoyo de los efectivos de la Policía Local. También un equipo de forenses del Instituto de Medicina Legal de León examinó el cadáver antes de su traslado al Complejo Asistencial Universitario de León, donde se practicaron diversas pruebas radiológicas al cuerpo de la presidenta antes de remitir sus restos mortales a Instituto Forense, donde en torno a las 21.00 horas se inició el examen del cuerpo.

El arma con la que presuntamente se cometió el crimen no era propiedad del inspector de Policía marido y padre de las dos detenidas. Fuentes del Ministerio del Interior confirmaron durante la tarde que la pistola reglamentaria correspondiente a su cargo estaba en su poder y que no tenía ninguna otra.

Incomunicadas

Las detenidas pasaron la noche incomunicadas en las dependencias de la Comisaría Nacional de León y San Andrés del Rabanedo. La madre se quedó en la sede policial de la capital y la hija fue trasladada a San Andrés.

La investigación consideró que no procedía tomar declaración ayer a las dos sospechosas y será hoy cuando se lleve a cabo esta labor, para lo cual serán asistidas por un letrado.

Instantes después de que se conociera la noticia, cargos públicos del PP y familiares de la víctima se concentraron en las inmediaciones de la zona en medio de grandes escenas de dolor.

La hija de la víctima, residente en Madrid, fue informada de lo ocurrido y emprendió desplazamiento anoche con rumbo a León. Una de las hermanas de la fallecida también sufrió una crisis de ansiedad en el momento de llegar al escenario de los hechos y tuvo que ser atendida en el mismo lugar.

El delegado de Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, el director general de la Policía, José Ignacio Cosidó y el subdelegado de Gobierno en León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ofrecieron una rueda de prensa a última hora de la tarde para ratificar buena parte de la versión relatada, aunque limitándose a los datos oficiales. «Es una gran pérdida para León, para el PP, para la clase política y para los ciudadanos».

El Gobierno calificó los hechos de «dramático y sin explicación» y eludió ofrecer un móvil para el asesinato.

Primero la madre

Sí confirmó que en primer lugar había sido detenida la madre y posteriormente la hija y lanzaron una invitación a los medios a esperar por el resultado de la autopsia.

Medrano confirmó que fue el aviso de un ciudadano el que puso en alerta a la Policía. Posteriormente inició una reunión para establecer el operativo correspondiente y rechazó que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, fuera a desplazarse a León ayer por la tarde, como por momentos se rumoreó.

Se reanuda hoy

La investigación se reanudará en la mañana de hoy con el interrogatorio en sede policial a las dos detenidas. La necesidad de localizar el arma del delito se antoja la primera exigencia para los investigadores, con el fin de conseguir pruebas que determinen la autoría de la muerte.

También está previsto que se elabore el informe con la autopsia, que bien entrada la noche todavía se estaba llevando a cabo. Se considera que es crucial para disponer de los primeros datos de la inspección ocular y cotejarlos con los testimonios de que se disponía en la tarde de ayer.