PATRIMONIO
La desidia sepulta el 'Praetorium'
Los restos de la casa del legado de la Legio VII aparecidos en San Pelayo hace 10 años están invadidos de maleza y basura y el hallazgo de sus excavaciones no se ha presentado a la Junta . Los restos romanos del Praetorium de la calle San Pelayo son los de más porte de León, sólo comparables a las termas ocultas bajo la Catedral. La casa del legado de la Legio VII, donde pudo vivir Trajano antes de llegar a emperador de Roma, es víctima de la desidia y el olvido. Diez años después del inicio de las excavaciones arqueológicas, la Junta no ha recibido los informes definitivos. Ni los materiales han entrado en el Museo de León.
Trajano fue legado de la Legio VII entre los años 86 y 89, antes de ser emperador. Aún no se sabe con certeza si vivió ese tiempo en León, pero si lo hizo tuvo que ser en los Latera Praetorii , la casa del Legatus Legionis, uno de los espacios señeros del campamento de la Legio VII en León.
Su ubicación trajo de cabeza a los arqueólogos durante décadas. Hace diez años empezaron a emerger sus imponentes restos en un solar de la plaza de San Pelayo, 8. En 2009, en una segunda excavación obligada por la Junta, destapó un muro de mampostería de gran porte y otro de ladrillo, asociado a un hipocausto y un complejo metalúrgico.
«Son los restos de mayor porte que se conocen en León después de las termas que hay bajo la Catedral», asegura el arqueólogo territorial. Julio Vidal y María Luz González ya habían apuntado la hipótesis de la ubicación de la casa del legado en la publicación del hallazgo de los Principia, en la calle San Pelayo, 7, en 2005 en la revista de la Universidad de Valladolid. Faltaba «el aval arqueológico». Entonces ya estaba en marcha la excavación de la plaza de San Pelayo, 8 y las miradas de los expertos puestas sobre el solar.
Roma solía levantar el Praetorium al oeste de los Principia . Pero, en León, los restos arqueológicosde los solares occidentales parecían espacios de los centuriones. Así cobró fuerza la hipótesis de que el pretorio era el edificio al cuartel general por el norte, como sucede en Vindobona (Viena) y en Deva Victrix (Chester).
El arqueólogo Francisco Hervés, que realizó la segunda excavación entre 2009 y 2010, señala que se han encontrado restos de varias etapas desde el siglo XIV hasta la época romana. Los restos medievales y los romanos se superponen en estratos en este espacio noble del campamento y de la ciudad que fue capital del Reino de León. Que se trata de un sector noble lo indica también la cercanía del Palacio de doña Berenguela cuyos vestigios, catalogados como monumento nacional, están muy cerca, en el colindante patio del colegio Santa Teresa.
Se ha encontrado, es notorio a primera vista, un importante muro de mampostería se descubrieron los restos de ladrillo de un hipocausto o sistema calefactor y un imponente pavimento con solado. Los restos son «importantes», dice Hervás, y empiezan en niveles «muy tempranos de la fundación de la ciudad». Hay muros romanos, tardorromanos y medievales de «magnífica factura», aclara. Lo medieval sería parte de un convento, San Miguel, y por tanto una «reforma del núcleo principal del Praetorium». El arqueólogo gallego piensa que la plaza San Pelayo es la que esconde «el meollo» de estos restos arqueológicos.
El propietario del solar y promotor del edificio de 13 viviendas que dio lugar a la excavación afirma que no le consta hallazgo alguno. El arqueólogo «no me ha entregado el informe pese a que se lo he reclamado judicialmente», asegura Andrés Lozano. Hervés alega que es el promotor quien «no ha venido» a recoger el informe arqueológico. «Me urge y me está perjudicando», insiste el promotor.
La Junta guarda una voluminosa documentación del solar que arranca en 2004 cuando se hace la excavación, dirigida por la arqueóloga Rocío Fernández Ordás y aún pendiente de informe definitivo. En la carpeta están los requerimientos del Procurador del Común a la Consejería de Cultura en el año 2005 para que arqueóloga y propietario cumplieran las obligaciones adquiridas respecto a la protección y conservación de los restos, así como varios acuerdos de la comisión de Patrimonio requiriendo el informe y la entrega de los materiales al Museo de León.
El solar de San Pelayo 8 albergaba una casa que perteneció al Cabildo desde tiempo inmemorial y que fue adquirida por el arquitecto Andrés Lozano. En 2004 la vivienda fue pasto de las llamas, pero se salvó la fachada que el Ayuntamiento de León estabilizó a cuenta del erario público, según el propietario, justo cuando se disponía a colocar los apeos por su cuenta.
Desde enero de 2014 el Ayuntamiento de León cobra tasa por estas sujecciones en varias fachadas de León, pero Lozano insiste en que la urgencia por comenzar de la obra no tiene nada que ver con la «voracidad fiscal». Así las cosas, los restos romanos permanecen a la intemperie y la fachada vandalizada sin solución a la vista. Según un informe del arqueólogo territorial, la relevancia del hallazgo radica tanto en su «entidad arquitectónica» como en las «características edilicias». Los restos forman parte, prosigue, de un edificio de «gran porte construido con materiales y técnicas de gran calidad, entre las mejores conocidas del campamento legionario de la Legio VII Gemina». Y se corresponderían con el « Praetorium o casa del comandante de la legión», subraya.
El pretorio estará en miniatura en la Casona de Puerta Castillo, donde se explicará el León romano, y también una foto de la excavación aportada por el arqueólogo municipal Victorino García. Pero los restos auténticos están abandonados.
La asociación Aleph dio la voz de la alarma sobre el abandono de la excavación en 2005, año en que se levantó una gran polvareda social, política y mediática en torno a la conservación de los Principia de la calle San Pelayo 7. Tomás Sarmiento, uno de sus impulsores, alerta de este olvido: «Han sido muchos los restos arqueológicos que han quedado en el limbo mientras las empresas iniciaban las obras, a la espera de su destrucción», sentencia. Se sorprende de que la Junta no haya sancionado a la arqueóloga que realizó la primera excavación.
El silencio preside el abandono de los restos del Praetorium de la Legio VII. La comisión de Patrimonio se negó a dar por concluidas las excavaciones en 2009 y obligó al propietario a realizar una segunda campaña. El promotor se opuso con un recurso de alzada, pero finalmente encargó los trabajos a la empresa gallega Arqueoconsulting, que los llevó a cabo entre 2009 y 2010.
Patrimonio no se ha pronunciado sobre el proyecto de las 13 viviendas a expensas de que «se conozcan los resultados de la ampliación de la excavación arqueológica». En el mismo acuerdo, la comisión reclamó el informe final de la excavación anterior a la arqueóloga Rocío Fernández Ordás y que «los materiales hallados sean depositados en el Museo de León», como consta en el acuerdo de la comisión de 29 de enero de 2009.
La Junta no ha reclamado a Arqueoconsulting el informe arqueológico ni los materiales de la segunda excavación. Nada ha entrado en el Museo de León de San Pelayo,8 como es preceptivo. Es de destacar que entre los restos debe haber estampillas en tégulas de la Legio VI Victrix. También hay restos óseos pues ya en la primera excavación salió a la luz algún enterramiento medieval.
La campaña, según el informe preliminar de Fernández Ordás, corroboró arqueológicamente la ocupación del edificio por un convento de monjas pero «no se alude a los restos identificables, y por qué, con tal edificación», precisa la comisión de Patrimonio. En septiembre de 2009 la Junta volvió a reclamarle el informe. No ha respondido ni entregado materiales.
Desde entonces, no se ha movido un papel más. La carpeta duerme en el archivo de la Junta y el legado romano del Legatus Legionis, a la intemperie.