Los descendientes que han conocido el hallazgo del cementerio oculto de San Cristóbal optan por exhumar los cuerpos
Familiares de los «paseados» aparecidos en Navarra devolverán los restos a León
«Me siento heredero de su memoria» o «mi madre siempre le quiso tener aquí» son los argumentos
«Mi madre me contaba que le mandaba comida a la cárcel y que todos repartían lo que había. Así sobrevivían al hambre» LODARIO RAMÓN CADENAS, descendiente de Narciso Cadenas Varios parientes de los leoneses cuyas tumbas aparecieron recientemente en el fuerte navarro de San Cristóbal pretenden recuperar los restos de sus antepasados para trasladarlos a León e inhumarlos en los correspondientes panteones familiares. Dos semanas después de que saliera a la luz un cementerio oculto localizado en el interior del complejo militar pamplonés, convertido en un penal durante los primeros años de la represión franquista, descendientes de los hombres identificados en cinco tumbas distintas anunciaron su propósito de recuperar la memoria de los suyos aprobando la exhumación de los cadáveres a la Sociedad Aranzadi, entidad que se ha ofrecido a ejecutar esta actuación gratuitamente cuando consiga todos los permisos y autorizaciones que necesitan. Además de las exhumaciones de los cinco leoneses aparecidos entre los 73 cadáveres de San Cristóbal -muchas de las familias se enteraron del hallazgo directamente por este periódico-, varias pesonas se han puesto en contacto con Diario de León en busca de una pista sobre el paradero de familiares que perdieron en San Cristóbal y que hoy se encuentran enterrados en los cementerios de los pueblos de los alrededores. Podrían ser más de cien Según los cálculos del colectivo Txinparta, en estas poblaciones podría haber más de cien leoneses -se habla de 5.000 castellanos y leoneses- inhumados tras haber sido fusilados en una fuga masiva de presos o al perecer por enfermedad en el sanatorio penitenciario de San Cristóbal. Todos ellos nombres que se suman a Leonardo Riesco Arroyo, Félix Llamas Calleja, Modesto Pastor Herrero, Luis Rodríguez Martín y Narciso Cadenas Martínez. «Él no tuvo hijos y al llamarme como él me siento heredero y responsable de recuperar sus restos», indicó Leonardo Díez Riesco, descendiente de Leonardo Riesco. «Mi madre siempre ha querido que él estuviera en el pueblo», manifestó un pariente de Narciso Cadenas.