La presa no está clasificada para emergencias y sigue sin ser explotada
La situación actual del embalse de Villagatón, con un coste que superó los seis millones de euros, es grotesca. La presa no se encuentra aún clasificada. La Junta de Castilla y León ya ha redactado la propuesta, elevando la presa a categoría A, es decir, aquellas cuya rotura o funcionamiento incorrecto pueden afectar gravemente a núcleos urbanos o servicios esenciales, o bien producir daños medioambientales muy importantes. Según ha podido saber este periódico, Confederación Hidrográfica del Duero informó favorablemente sobre dicha propuesta y la remitió de nuevo a la Junta para su resolución, con fecha 25 de septiembre del 2007. Hasta la fecha no han contestado. Por otro lado, el embalse carece de plan de emergencia. La Directriz Básica de Planificación de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones señala que deberían disponer de un plan de emergencia todas las presas que hayan sido clasificadas en las categorías A o B. Por lo tanto, de aprobarse la clasificación de la presa como A, la Junta debería presentar un plan de emergencia en el plazo de dos años desde la resolución de clasificación. El Reglamento Técnico sobre Seguridad de Presas y Embalses señala que los titulares de las calificadas como «grandes presas» deberán elaborar normas de explotación de la presa y el embalse. La presa de Villagatón tampoco dispone de normas de explotación aprobadas. El último requerimiento para su aportación se realizó en abril de hace cuatro años. La presa de Villagatón, situada en el término municipal del mismo nombre, tiene 39 metros de altura y un volumen de embalse de cuatro hectómetros cúbicos. Fue construida por la Junta de Castilla y León cuando el socialista leonés Jaime González presidía la institución. El destino principal del embalse era teóricamente el regadío. «Hicimos un estudio de pequeños embalses como solución a las grandes infraestructuras con la idea de dar una solución a pequeñas zonas de regadío. En ese planteamiento estaba Villagatón», recuerda uno de los socialistas que formó parte de aquel equipo. Los promotores se pusieron en contacto con la Diputación, cuyos técnicos redactaron el proyecto. En 1986 se firmó un primer convenio por el que, de forma mixta, la Diputación realizaba el proyecto y cedía los terrenos, mientras que la Junta financiaba las obras. El embalse tardó en hacerse unos diez años y su objetivo, en su primera fase, era regar 500 hectáreas de Colús, Culebros y Requejo, las tres localidades pertenecientes al municipio de Villagatón. Por lo que respecta a la concesión de aguas superficiales, por resolución de la CHD de fecha 9 de julio de 1990 se concedió a la Dirección General de Estructuras Agrarias de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León una autorización para derivar un volumen máximo anual por hectárea y año de 3.951 m3 y caudal máximo de 830 litros por segundo del cauce del arroyo Villagatón o Tuerto, en el término municipal de Villagatón, con destino a riego de 830 hectáreas, en terrenos del término de Vilagatón y Magaz de Cepeda. Ello por medio de la construcción de la presa que después tomaría el mismo nombre que el municipio donde se construyó y que hoy continúa inoperativa. EL EMBALSE DE VILLAGATÓN, EN CIFRAS Metros de altura de la presa Hectómetros cúbicos de capacidad Hectáreas de regadío que se preveía abarcar con la construcción del embalse