El adiós de Vicente el de Fornela
Luto en el Bierzo por la muerte del alcalde de Peranzanes, el histórico socialista Vicente Díaz, que será enterrado este mediodía en su pueblo natal, Chano, en el valle al que consagró su vida
Conmemoración del primer izado de bandera. DE LA MATA
Fue 23 años alcalde de Peranzanes con mayoría absoluta. Si había que pedir para Fornela, él se ponía el primero. Reivindicativo, perseverante, trabajador y directo. Así era Vicente Díaz. Un hombre de pueblo, un alcalde de pueblo que nunca tiró la toalla en la defensa de lo que creía justo para su tierra. Solo la muerte ha conseguido separarle de esa labor que asumió con compromiso cuando accedió por primera vez a la Alcaldía en 1999. Vicente Díaz será enterrado hoy a las 12.00 horas en el pueblo que le vio nacer, Chano. Falleció el jueves a los 67 años. Su cuerpo fue encontrado sin vida en la casa consistorial que convirtió en su segunda residencia. Histórico alcalde, histórico socialista e histórico consejero comarcal, muchos fueron los amigos y compañeros de partido y de escena política que, ayer, mostraron públicamente su consternación ante un adiós inesperado por todos. El adiós de Vicente el de Fornela.
El Bierzo está de luto y su bandera ondeará a media asta hasta el lunes, hincada por un crespón negro. Actualmente, Díaz compaginaba el trabajo en la Alcaldía de Peranzanes con su cargo de consejero de Protección Civil y Parque Móvil en el Consejo Comarcal del Bierzo. Ya había llevado antes el área de Formación y Empleo y también fue presidente del Patronato de Turismo. Por eso, la institución se volcó ayer en su recuerdo y suspendió todos los actos previstos, incluida la inauguración de las Jornadas Gastronómicas.
«A parte de su altísima calidad humana, siempre fue uno de los alcaldes que más ha luchado y defendido los valores socialistas, pero también a la gente de los pueblos. Esos pueblos que, muchas veces, se encuentran desatendidos y que necesitan de la atención permanente de personas como Vicente, que dedicó las 24 horas los 365 días del año a sus vecinos, sus necesidades y sus reivindicaciones», recoge el escrito de condolencias firmado por el secretario comarcal del PSOE y también presidente del Consejo Comarcal, Gerardo Álvarez Courel, en nombre de los socialistas bercianos.
El líder del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca; el secretario provincial del partido, Javier Alfonso Cendón; el alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón; y otros muchos cargos políticos locales, comarcales y provinciales de varios partidos (PP, Ciudadanos, Coalición por el Bierzo, USE Bierzo y el Partido Regionalista del Bierzo); así como organismos tales como la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses y el Instituto de Estudios Bercianos, lamentaron el fallecimiento del alcalde de Peranzanes. Y en todos los escritos, la misma realidad: La lucha de Vicente en defensa de Fornela y del Bierzo.
La sanidad rural fue una de sus últimas batallas. Peleó hasta conseguir que el médico regresara al consultorio de Peranzanes. No logró, en cambio, ver concluido el proyecto de residencia de ancianos ni cumplida su reivindicación de que las danzas de Fornela fueran una Fiesta de Interés Turístico Regional. Y no será porque no lo intentó. La mejora de las comunicaciones, también con Asturias, fue otra de sus luchas y, entre los últimos proyectos planteados, la instalación de un teleférico turístico para conectar el cielo abierto de Tormaleo con su municipio y el túnel de Cienfuegos.
Vicente Díaz era un fornelo de pro y berciano de igual calado. En el balcón de su ayuntamiento se izó por primera vez la bandera del Bierzo el 11 de julio del 2000 y el mismo día de hace dos años, allí se celebró un acto conmemorativo de aquella hazana berciana. Él mismo tiró de la cuerda para elevar la enseña del Bierzo a las alturas.
«Los socialistas no mueren, los socialistas se siembran y la semilla de Vicente estará siempre con nosotros. Que la tierra te sea leve compañero», afirmó Álvarez Courel, rindiendo homenaje a un hombre «comprometido», «trabajador incansable», «siempre dispuesto a dar la cara por lo que consideraba justo», como ayer lo definieron otros.