Asprona allana el camino al empleo de las personas con discapacidad

Si hay un colectivo especialmente vulnerable ante la crisis provocada por el coronavirus ese es el de las personas con discapacidad intelectual, que ya en una situación normal se encuentran con enormes dificultades para acceder al mercado laboral. Un problema ahora agravado por la crisis generalizada al que es necesario dar una respuesta estructural. Mientras tanto, organismos como Asprona Bierzo siguen trabajando por la plena inclusión y, con ese fin, acaba de poner en marcha nuevamente los Itinerarios de Inserción Sociolaboral. El objetivo es favorecer la incorporación al mercado laboral y el mantenimiento del empleo, tratando de facilitar a las empresas la contratación de la persona adecuada y realizando una labor de acompañamiento para que ésta pueda desarrollar por sí misma el trabajo encomendado. El Centro Especial de Empleo (CEE) juega una papel fundamental para la realización de las prácticas.

De momento, once chicos y chicas de los pisos tutelados de Asprona están ya participando en Itinerarios de Inserción Sociolaboral distribuidos en tres grupos que realizan labores de limpieza y jardinería. «En julio hemos retomado el programa con la formación en habilidades sociales, que hemos impartido en la unidad de apoyo a la desescalada de Flores del Sil y en el centro ocupacional ‘Cívitas Bierzo’; así como las prácticas de jardinería y limpieza en el centro del pantano de Bárcena, poniendo a punto unas instalaciones cerradas desde mediados de marzo», explicó la responsable de Formación y Empleo, Elena Fernández. Además, la organización tiene previsto realizar formación online, a través de la plataforma ‘Zoom’, con usuarios que en estos momentos están todavía en casa.

En el último año, han sido una treintena las persona que han realizado prácticas en el CEE, Decathlon, Eurest, Lavaltex y Endesa. Además, una joven ha sido contratada después de realizar prácticas en Decathlon. Tras dos contratos de tres meses, formalizó uno indefinido. Se llama Mercedes Fernández y, tras estar en Erte durante la etapa de confinamiento, regresó a su puesto de trabajo a mediados de junio. En su caso, Asprona le brinda apoyo en el empleo y participa en la formación en habilidades sociales para favorecer el contacto con los clientes.

«Cuando volví al trabajo lo pasé fatal. Estaba más perdida, pero ya estoy cogiendo de nuevo el ritmo. Es que con todas estas normas, todo se complica», explica la propia Mercedes, que asegura que el seguimiento continuo de Asprona le permite «mejorar» en su labor.

Mercedes convive con Rosa, Dolores y Josefina en uno de los pisos de vida independiente de Asprona Bierzo. Ella ya trabaja para una empresa y sus compañeras vuelven a estar activas en mayor o menor medida. «Yo estoy contentísima con los Itinerarios. Quería meterme en cocina, pero de momento no sabemos si se podrá hacer con esto del coronavirus», asegura Dolores Carro. Josefina Álvarez y Rosa Álvarez tendrán que esperar un poco más para volver a las prácticas y están ansiosas por lo que supone para su día a día recuperar la actividad en el centro del pantano de Bárcena.

«Estos programas tienen una duración de 180 o 200 horas con formación específica en cada especialidad. También incluye formación en Prevención de Riesgos Laborales y búsqueda de empleo, así como entrenamiento en habilidades sociales». A ello se suman las ya referidas prácticas en Asprona Bierzo y en empresas externas.

El programa ya se había iniciado, pero quedó paralizado por la crisis sanitaria. Ahora, Asprona sigue pendiente de que la Junta de Castilla y León saque la convocatoria de las ayudas para la financiación de los Itinerarios. «Está previsto que salga la convocatoria 2020-2021 y tendrá carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2020», explicó la responsable de Formación y Empleo. En 2019 la Junta aportó cerca de 34.000 euros.

«Estoy en el itinerario de limpieza, aprendiendo cosas que me sirven para trabajar y que en casa también me son muy útiles·, asegura Álvaro Pérez, que el año pasado estuvo en el itinerario de cocina. «Tenía muchas ganas de volver», añade. También Anabela Rodrígues quería sumarse al grupo de las prácticas. Este es su primer año en Itinerarios. «Me siento bien porque en casa me aburro y quiero hacer algo», relata.

Sentirse útiles y capaces de hacer un trabajo como cualquier otra personas es una terapia fundamental para reforzar la autoestima y la autonomía de las personas con discapacidad intelectual. Por eso son fundamentales los programas de inserción laboral de Asprona. «Tenía ganas de salir de la rutina de casa», dice también Guillermo García. «Si estoy en casa aburrido, me estreso y, además, me puede influir a la hora de encontrar trabajo. Yo ya he estado trabajando antes en diversas empresas y me gusta trabajar», completa Luis Ángel Moreno.