Diario de León

El saqueo deja desolación en la mina de Alinos

Hay fichas médicas, planos y datos económicos de valor en lo que fueron el botiquín y el economato

Alinos

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Ponferrada

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Los edificios que fueron botiquín y economato de las instalaciones mineras de Alinos (Toreno) se han convertido en un cementerio de documentos de valor histórico y fichas médicas de mineros de varias empresas absorbidas y parte del grupo de Victorino Alonso. Están tirados por el suelo, rotos, humedecidos. Todo fruto del vandalismo y de la mala acción de los que se llevaron el mobiliario que los contenía para venderlo como chatarra. Hace tan solo unos días, una patrulla del Seprona de la Guardia Civil identificó a tres personas que merodeaban por la zona con una furgoneta.

En estos dos edificios desvalijados ubicados al pie de la carretera CL-631, hay planos de galerías, fichas con información médica, documentación técnica, nóminas e informes financieros, estudios geológicos con información del cubicaje de las capas de carbón de algunos pozos, cuánto mineral había y dónde, entre otros datos. También hay papeles sobre la mecanización de las minas y planes de labores internos. Son de Antracitas de Fabero, Antracitas de Gaiztarro, Combustibles de Fabero, Antracitas de Marrón, Unión Minera del Norte (Uminsa) y también de otras subcontratas del grupo Alonso y de explotaciones como El Porvenir de Tremor de Arriba o Minas Santa Leocadia. Y están todos ahí, esparcidos por el suelo, algunos incluso en la calle, en dos inmuebles históricos que están bajo el control de los concursales que administran el patrimonio del grupo empresarial minero, aunque en este caso no se ve administración.

El valor de esa documentación es incuestionable, dado que recoge información importante de minas cerradas. Es patrimonio documental imprescindible para conservar la memoria de la cuenca Fabero-Sil desde los años 60 hasta que Alinos cerró, allá por 2014. Las fichas médicas de los trabajadores de Gaiztarro son, incluso, más antiguas, de la década de los 50 o los años 40.

Vandalismo
El estado en el que se encuentra el archivo es el resultado del robo del mobiliario para chatarra

Todavía quedan algunos archivadores con documentos bien conservados porque los que buscan chatarra los han respetado. Puede ser cuestión de tiempo, teniendo en cuenta que el acceso al botiquín y al economato de Alinos es tan libre como uno quiera. Todo ha sido destrozado, incluida parte de esta documentación que estaba catalogada y bien archivada y que pudiera ser integrada en un fondo documental de cualquier complejo museístico. En ello, precisamente, se ha detenido el alcalde de Toreno, Vicente Mirón, que tomó conciencia de que lo pasaba en Alinos tras la llamada de este periódico y pondrá de su parte para que la situación de corrija. De momento, contactando con quienes tienen la responsabilidad sobre el mantenimiento de estas instalaciones.

Alinos le interesa al Ayuntamiento de Toreno para desarrollar allí algún proyecto vinculado al patrimonio industrial. La mina El Escandal —aseguró el alcalde— podría hacerse visitable. «Se puede recorrer hasta un kilómetro dentro», dijo. Y ya hay alguna iniciativa sobre ello. Mirón tiene planes de puesta en valor del patrimonio minero como recurso turístico y Alinos cumple varios requisitos para ello. Esa documentación ahora en peligro podría ser parte del fondo documental de ese proyecto museístico, tal y como él apuntó.

Las empresas
Hay papeles de Uminsa, Antracitas de Fabero, Gaiztarro y Antracitas de Marrón, entre otras

El alcalde plantea, incluso, la posibilidad de que el Ayuntamiento asuma el botiquín y el economato en vista de que quien tiene la competencia no se preocupa. Ese será otro camino en el que también tendría que involucrarse la Junta de Castilla y León, como cuando se traspasaron al Consorcio del Ponfeblino los bienes ligados al proyecto del tren turístico para poder avanzar en su desarrollo.

«Debería establecerse alguna relación con los concursales para que, de alguna manera, esos edificios pueden pasar al Ayuntamiento. Es una pena que estén como están y se estén destruyendo cuando nosotros necesitamos dependencias municipales para la realización, por ejemplo, de talleres de empleo», aseguró el regidor de Toreno.

Parte de la historia minera del Bierzo se desvanece tirada en el suelo de dos edificios ruinosos mientras en otras zonas de España, documentos similares —muchos con nombres, apellidos, fotografías y datos personales— integran los fondos documentales de museos. Entre todos los papeles abandonados de Alinos se han visto, incluso, los croquis de accidentes mineros ocurridos en Gaiztarro en los años 80.

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