Instalaciones fotovoltaicas
El parque solar de La Recuelga implica el derribo de instalaciones industriales
El plan del promotor en la zona incluye cinco plantas fotovoltaicas y una de hidrógeno verde
Ni uno ni dos, sino cinco parques fotovoltaicos ha proyectado la sociedad Geninvest en el Bierzo, ubicados en Santa Cruz del Sil y Fabero, pero también en Toreno, Ponferrada y Bembibre. Y junto a ellos, una planta de generación de hidrógeno verde en Toreno, concretamente en Alinos. Así aparece recogido en el proyecto básico de la planta solar que esta empresa con sede en Madrid pretende instalar en el paraje de La Recuelga de Santa Cruz. Un informe detallado con las características, componentes y objetivos del proyecto fotovoltaico que también señala la intención de demoler las «instalaciones y construcciones existentes para mejorar la planitud de las zonas donde irán las mesas estructurales de los módulos». Entre esas edificaciones están el histórico lavadero de La Recuelga y el cargue de la mina Victoriano.
Demoliciones
«Se derriban construcciones y se demuelen instalaciones industriales fuera de servicio para formar la planta», recoge el proyecto básico ahora mismo en fase de exposición pública para la consiguiente presentación de alegaciones, si las hubiera. Y en base al peligro que puede correr el lavadero de Antracitas de Fabero (La Recuelga) y las construcciones de Victoriano, algunos colectivos y la propia Junta Vecinal de Santa Cruz del Sil ya han adelantando su intención de hacerlo. Aunque están recogidos en el Inventario del Patrimonio Histórico Industrial de la provincia de León, ninguno de los dos edificios goza de una protección específica.
Un plan con cinco parques
Conectada a la red de evacuación de la planta fotovoltaica se encuentra, en fase de proyecto, una planta de generación de hidrógeno verde de 12,5 megavatios que se abastecerá no solo de la energía generada en la planta de diez megavatios de Santa Cruz del Sil, sino también de la instalación fotovoltaica de Fabero (10 MW), de otra proyectada en Toreno (5 MW), de una más en Ponferrada (10 MW) y una quinta que está en fase de estudio en Bembibre (10 MW). Un proyecto a gran escala para la producción de energía renovable que se vertirá a la red eléctrica, de cuya gestión se encargará la empresa Distribuidora Eléctrica del Sil (Desil), propiedad de Victorino Alonso.
El cargue de Victoriano y el lavadero de La Recuelga son los dos extremos del área afectada por el parque fotovoltaico proyectado en Santa Cruz del Sil. Entre medias hay instalaciones de una antigua gravera y terreno en desuso con desechos de su pasado minero. Todo al pie de la carretera CL-631 y también de la antigua línea del ferrocarril que unía las comarcas del Bierzo y Laciana, hoy a expensas de ser recuperada como proyecto turístico (Ponfeblino).
Ubicación de parques
Son catorce parcelas con clasificación rústico y urbano que suman más de 18 hectáreas y que conforman un área que «se encuentra bien orientada para el uso que se pretende», tal y como recoge el proyecto básico, que estima alrededor de nueve horas de luz solar al día de media anual. «No existen obstáculos perimetrales que puedan generar dificultades en la instalación fotovoltaica», subraya el informe técnico, que también justifica el «interés público de dicha actividad» en base a un «impacto ambiental positivo» al sustituir las fuentes de energía fósil como renovables.
Hidrógeno verde
El proyecto básico que puede ser consultado en www.energia.jcyl.es también recoge que el parque solar respetará los accesos actuales a las parcelas desde la carretera CL-631 y la instalación de nuevo alumbrado exterior donde se construyan casetas, accesos o zonas consideradas sensibles. Todo el perímetro será vallado con malla metálica y «en el lindero con el ferrocarril se respetará un mínimo de ocho metros respecto a al línea del terraplén del ferrocarril», recoge el documento redactado por Tresca Ingeniería SA.
El ciclo de vida
El parque proyectado en el barrio de La Vega de Santa Cruz incluye más de 23.000 módulos o paneles solares y cinco inversores, así como transformadores, protecciones de baja y media tensión y el sistema de alta tensión de evacuación de toda la planta y su conexión con la compañía eléctrica. Un sistema que puede alcanzar una vida útil máxima de entre 20 y 25 años, aunque en la primera década ya habría que hacer inversiones («del 30% o superior») para cambiar componentes principales.