Ponferrada activa un plan de control de la población de estorninos en 15 zonas
El trabajo para ahuyentar a las aves realizado hasta ahora en el Plantío ya ha dado resultados
Un grupo de estorninos, en el parque del Plantío de Ponferrada. ANA F. BARREDO
La Concejalía de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento de Ponferrada ha iniciado esta semana un servicio para el control de la población de estorninos que está causando problemas en varias partes de la ciudad, principalmente en el parque del Plantío. Ha sido precisamente aquí donde han dado comienzo los trabajos, por ser uno de los dormideros principales utilizados por estas aves. No obstante, no es el único y por eso el control se extenderá a otros parques y zonas verdes susceptibles de ser utilizados como lugares de descanso nocturno.
Son quince puntos. Además del Plantío, el plan incluye los parques del Temple, Cuatrovientos, de la Concordia y del Oeste; el entorno del Campus Universitario, la estación de autobuses y el instituto Álvaro de Mendaña; el barrio de Compostilla, el paseo del río Sil, las avenidas del Castillo, La Libertad y Ángel Pestaña, la plaza Alhaurin el Grande y las calles Los Claveles, Valle del Silencio y Nicolás de Brujas.
Para conseguir la expulsión de los grupos de estorninos de los dormideros urbanos que estén siendo utilizados, los técnicos especialistas en control de fauna utilizarán sistema de sonidos de alarma fijos y móviles, vuelos de intimidación de aves rapaces adiestradas y otras técnicas complementarias. El objetivo es «asustar y ahuyentar a los estorninos que se encuentren durmiendo en los mismos, variando las metodologías de control según las necesidades del servicio en cada momento y ubicación, hasta conseguir su expulsión completa o hasta minimizar lo máximo posible su presencia», detallaron fuentes municipales.
En las dos primeras jornadas de trabajo, los técnicos están actuado en el dormidero principal, que es el parque del Plantío. «Se estima que entre 50.000 y 60.000 ejemplares están utilizando diversos árboles de este parque para pernoctar», explicaron desde la Concejalía de Sostenibilidad Medioambiental. Hasta el momento, la aplicación de las metodologías de control ya ha conseguido «ahuyentar al bando mayoritario de ejemplares, que han abandonado el parque y han intentado trasladarse parcialmente hacia otras localizaciones de la ciudad». Ante este comportamiento, los técnicos han tenido que intervenir también para abortar los intentos de asentamiento detectados por la noche en algunas de las quince localizaciones ya citadas.
«Los trabajos, que se realizan desde el ocaso hasta la madrugada, han conseguido que al final de la noche los estorninos no se queden a dormir en la ciudad», subrayaron fuentes del Ayuntamiento. Así, durante los próximos días se continuará con labores intensivas de control para afianzar los resultados ya obtenidos y evitar nuevas entradas y asentamientos. Y una vez estabilizada la situación, se mantendrá la vigilancia y se aplicarán medidas disuasorias en caso necesario.
La presencia masiva de estorninos en Ponferrada en esta época del año está motivada por los movimientos migratorios naturales y la evolución de las condiciones climáticas. Las llegadas migratorias suelen producirse en dos oleadas. La primera, entre septiembre y octubre; y la segunda, de diciembre a enero. Detrás de la concentración de la población en zonas urbanas, con el abandono de sus dormideros naturales, están las condiciones de menor variabilidad y temperaturas más altas, mayor protección o ausencia casi total de depredadores, así como la existencia de amplias zonas arboladas que mantienen su cobertura vegetal durante todo el invierno. Y dentro de estas, las preferencias por el asentamiento en determinados enclaves.