Caballos con cáncer, daños genéticos o listeria: once procesados en León irán a juicio por vender carne en mal estado para comer
La jueza de la Audiencia Nacional María Tardón ha acordado enviar a juicio a once investigados por participar en una trama de venta de carne de caballo en mal estado -algunas piezas incluso con restos de melanoma- que llegaron a exportar a otros países como Bélgica o Italia, y que tenían como base dos mataderos de las localidades leonesas de Astorga y Toreno .
La titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 ha decretado la apertura de juicio de oral por delitos contra la salud pública, falsedad documental o grupo criminal contra once procesados, para quienes la Fiscalía pide condenas de entre cuatro y nueve años y medio de prisión.
En su auto, al que ha tenido acceso Efe, les impone además el pago de fianzas que oscilan entre 40.000 y 120.000 euros, según el caso, con el objetivo de asegurar las presuntas responsabilidades civiles pecuniarias que se les pudieran
imponer.
Los procesados están acusados de participar en la introducción en el mercado de carne de caballo no apta para consumo humano, evitando su trazabilidad y control sanitario.
Los hechos se remontan, al menos, a 2016, y la base de operaciones se encontraba en dos mataderos de las localidades leonesas de Astorga y Toreno. La carne procedía de caballos de los que no se disponía documentación o que la que tenían evidenciaba que su carne no era apta para el consumo humano, es decir, que tenían lo que coloquialmente se denomina en el sector "pasaporte rojo", que se "blanqueaba" con certificados de otros animales, algunos incluso muertos.
Otros ejemplares directamente se sacrificaban y "entraban en la cadena alimentaria humana" sin ser válidos para ello, según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal al que tuvo acceso Efe.
Para lograrlo "era indispensable" el acuerdo entre "los entradores" de ganado en los mataderos, los responsables de los mismos y el veterinario oficial, y la forma en la que Fiscalía cree que operaban solía pasar por no introducir los datos de los animales en el sistema o directamente falsificarlos.
"Realizaban dicha actividad, evitando el control de los veterinarios dependientes de la Administración o en connivencia con alguno de estos", señala.
Por ejemplo, en marzo de 2017 se sacrificaron cuatro equinos en Toreno con "claros signos de melanomas" que luego se vendían a 1,50 euros el kilo, aunque se tuvo que quitar la carne "que presentaba signos evidente de melanoma, dejando sólo un 20 %" de aquella donde "no eran visibles los nódulos" de color negro.
La Fiscalía destaca que en las muestras investigadas se hallaron sustancias que causan efectos nocivos para la salud, como "daños genéticos" o "favorecer probablemente la aparición de distintas formas de cáncer", y en algunos casos llegaron a dar positivo en listeria.
Del "entrenador" de ganador al distribuidor
La Fiscalía pide las mayores penas (entre seis y nueve años y medio) para tres "entradores" de ganado en los mataderos -Javier F., Alejandro D y Bernardino C.; y para el veterinario oficial de Castilla y León destinado en el matadero de Toreno, Ángel M. (8 años y medio). En el caso de Astorga no se ha podido determinar qué veterinario actuó de igual forma.
A una petición de seis años de prisión se enfrentan los dos responsables de controlar la adquisición de ganado en dicho matadero -Félix I.R. y Carlos V.S.- y los gestores del de Toreno -el matrimonio formado por Fernando D.S. y María Mercedes A.-.
En último lugar estarían los tres que habrían participado en la distribución, entre ellos Johannes Fasen, que fue condenado en Francia por la mayor estafa alimentaria de Europa, el caso Horsegate, un escándalo con ramificaciones internacionales que saltó en Reino Unido en 2013 y que destapó la comercialización de carne de caballo haciéndola pasar por ternera.