La guardería que llena de niños Mansilla Mayor

La apertura de guarderías en los pueblos es una estrategia primordial para promover la igualdad de derechos y oportunidades de la infancia, por el desarrollo personal, social, cognitivo y emocional para su vida futura, y un recurso de apoyo para conciliar la vida laboral y familiar.

Tras más de cuarenta años sin escuela en el pueblo, la guardería ‘Los Pardales’, abierta desde enero en Mansilla Mayor, llena de niños y niñas de 0 a 3 años las calles de una localidad de 350 habitantes. Es un ejemplo de la necesidad que tienen las familias de recursos de este tipo en el medio rural. El mismo día que el Ayuntamiento abrió la convocatoria para solicitar plaza se agotaron las doce disponibles. A día de hoy hay tres criaturas menores de 3 años a la espera de incorporarse al centro. «Parece que en el entorno rural no hay niños, pero cuando ofertamos las plazas aparecieron», segura el teniente alcalde, Pablo López Presa.

El Ayuntamiento de Mansilla Mayor aprovechó la convocatoria del Programa Crecemos de la Diputación de León, cofinanciado por la Junta de Castilla y León, para solicitar la apertura de una guardería. El programa cuenta con financiación del Plan Corresponsables procedentes del Ministerio de Igualdad.

Gracias a este programa se han abierto 40 centros en la provincia de León con 400 plazas para niños y niñas de 0 a 3 años. Para 2023 la Junta destina a esta iniciativa 8,6 millones de euros y las nueve diputaciones provinciales aportan 1,1 millones de euros. Los ayuntamientos ponen el local. 

«Nos apuntamos a una lista de espera con los pueblos que tenían interés en abrir una guardería con pocas esperanzas de que nos eligieran. Pensamos que era una utopía. Tenemos pocos niños en el pueblo, con sólo 350 habitantes empadronados. Unas semanas después nos comunicaron que nos habían seleccionado. Teníamos cinco niños y pusimos un anuncio por si había alguien en el entorno que quisiera apuntarse. En 24 horas recibimos un aluvión de peticiones», recuerda el teniente de alcalde, Pablo López Presa.

María, madre de Martina, una niña que asiste a la guardería, ayuda a su familia en un entorno laboral dedicado a la ganadería y la agricultura. «Soy de Villasabariego. Si no fuera porque abrieron esta guardería hubiera tenido que tener a mi hija conmigo. Me ayuda a conciliar y además es bueno para ella porque se relaciona con otros niños».

Empleo

La maestra, Nerea Villafañe, es de León y lleva a su hijo con ella a la guardería todos los días. «Sacaron la plaza a concurso y me presenté. La guardería es un apoyo importante para las mujeres que trabajan y que viven en el entorno y para las que quieren incorporarse al mercado laboral, que fundamentalmente se basa en la ganadería y la agricultura».

Ángel, Claudia, Eliam, Felipe, Miguel Alejandro, Jorge, Noah, Lara, Bruno, Martina M., Martina G. y Carmen son hijas e hijos de familias que viven en pueblos carca de Mansilla Mayor como Toldanos, Mansilla de las Mulas —que tiene todas las plazas de la guardería cubiertas—, Villasabariego, Valverde de Sandoval o León. Ninguno había ido antes a una guardería «por lo que cuando llegaron en enero las madres estaban más nerviosas que los niños», asegura la maestra. El horario de apertura es de ocho de la mañana a una y cuarto de la tarde pero hay tres que comen en el centro —llevan la comida preparada por sus familias— y salen a las cuatro.

Concha es abuela de Bruno. Vive en Mansilla Mayor y esta iniciativa le ha hecho ganar calidad de vida a ella y a su hijo. «Mi hijo vive y trabaja en León. Si no fuera por la guardería me hubiera tenido que trasladar yo a León para cuidar de mi nieto. De esta manera está aquí conmigo. Mi hijo lo trae por la mañana a la guardería, me lo llevo y duerme la siesta en mi casa y después mi hijo lo recoge y se lo lleva a su casa hasta el día siguiente. Es una ventaja muy grande que el niño esté en el pueblo porque hay pocos en el aula y porque a las familias no nos cuesta nada. No nos podíamos creer que abrieran esta guardería en el pueblo. Antes este espacio estaba desocupado. Fue una peluquería y un gimnasio que ya no se utilizaba. Esta guardería atrae a Mansilla Mayor a mucha gente de alrededor. Vemos niños por las calles».

La importancia de este recurso para las familias movilizó a todo el pueblo, que colaboró con una hacendera para la transformación de un espacio de 170 metros cuadrados en desuso en una guardería para repoblar la zona. «Con un coste mínimo de 5.000 euros y la colaboración de todo el pueblo, hemos habilitado una guardería totalmente gratuita para las familias», asegura el teniente de alcalde. Pero no era suficiente. «Queríamos tener la mejor guardería», dice Pablo López Presa. El objetivo era equiparar los servicios de este entorno rural con los mejores centros abiertos en los espacios urbanos. Y llegó la digitalización. «La profesora dispone de una tablet y una aplicación con la que se conecta con las familias que cuesta al Ayuntamiento tres euros por niño al mes. Llegamos a un acuerdo con una app de una empresa navarra, la profesora cuelga fotos y las incidencias en el centro, lo que comen y todo lo que necesitan saber las familias, que en todo momento están al tanto de lo que hacen sus hijos, un sistema de comunicación que tienen las mejores guardería. Teníamos claro que queríamos la mejor guardería posible».

El proyecto ayuda además a crear empleo. «Hemos llegado a un acuerdo con el Instituto Ordoño II para que nos envíen alumnado en prácticas». Fruto de este acuerdo es el trabajo que desarrolla Laura Reyero, de 19 años, que estudia grado superior de Técnico de Educación Infantil en ese centro leonés. «Me ofertaron varios centros para hacer prácticas y me gustó este. Vivo en León pero soy de Moral del Condado. Me gusta más trabajar en un pueblo. Estoy supercontenta con estas prácticas y me gustaría quedarme en el entorno rural». 

El Ayuntamiento, a través del Plan de Empleo de la Diputación de León, dedicará a otra profesora como cuidadora de guardería, que trabajará con la maestra actual y que llevará también una ludoteca en los meses de verano. «Estamos creando empleo femenino y damos oportunidad a doce niños y niñas del entorno rural, que nunca antes habían ido a la guardería».

Convivencia

Una de las ventajas de esta guardería es que los niños y niñas conviven juntos de todas las edades entre 0 y 3 años y aprenden «enseñanzas alternativas», como las define la maestra. «Hacemos excursiones a granjas, invernaderos, parques, vamos a las casas de los vecinos que tienen gallinas, todo en un entorno natural. Hay clases de música, juegos heurísticos con materiales cotidianos del entorno rural, masajes, psicomotricidad,inglés y experimentación para desarrollar los sentidos.

Ángela, madre de Claudia, vio el cielo abierto cuando tuvo la oportunidad de elegir plaza para su hija en el centro. «Soy de Villaverde de Sandoval y es un respiro para mí poder dejar a la niña tan cerca.

Joaquín Redondo es de Mansilla Mayor y es el abuelo de Jorge. «El padre de Jorge vive aquí de manera provisional porque trabaja en una granja. Normalmente viene su abuela a por él, pero hoy he venido yo porque tenemos aquí una casa rural y tenemos huéspedes. Esta guardería es la salvación para las madres y las profesoras hacen un buen trabajo. Los niños vienen encantados al colegio».

«Dado el éxito que ha tenido la guardería, esperamos que se renueve el próximo año», asegura López Presa.