Testigo de lo que no se ve
Alonso-Santocildes: el sentido común del cine
La leonesa trabaja desde hace veinte años como script, un puesto clave para que el guion se desarrolle con lógica
La script domina el tiempo y el tempo. Los detalles más mínimos de la historia que se cuenta en la película. Es confidente del director, de los actores y de todo el equipo. Y testigo de lo que no se ve pero ha de estar ajustado para que todo siga su curso. Si el sentido común impera en la narrativa, la o el script es responsable invisible. La leonesa de Carrizo Alexandra Alonso-Santocildes es una de las profesionales más destacadas en el sector cinematográfico en España en esta materia. En definitiva, tanto la acción como el control pasan por su cabeza. Ahora se incorpora al rodaje de la nueva película de Álex de la Iglesia. Y tiene en ciernes un rodaje entre España y Brasil para Netflix. Sobre cómo le da la cabeza para tanto, puede que se deba al carácter leonés serio y responsable, aunque su talento personal es más probable que sea lo imprescindible para que estemos ante una de las elegidas para que, a sus 40 años, en un mundo inestable como es el cine, lo suyo sea una cuestión de garantía. Tanto para ella como para la película en cuestión.
«Es un trabajo complejo de contar. Yo soy la persona que se encarga de aplicar la lógica al guion. Empezando porque el guion no se rueda página a página, por el orden en el que está escrito», explica Alonso-Santocildes acerca de que las escenas para ser vistas tienen que guardar toda la coherencia, desde el clima que se aprecie en la imagen, al atuendo de los protagonistas o, simplemente, cómo lleven determinada ropa y de qué manera.
Es decir, que una script es también un detector de posibles gazapos. En ese sentido, es donde la leonesa aplica la lógica poniendo toda la carne en el asador.
Pero también hay una gran parte de relación con el elenco que forma una película. Así puede ser tanto confidente como quien despierta las alertas para que todo esté en orden.
«Trabajo al lado del director, escribo todo lo que dice y, a veces, en cosas de las que él no se da ni cuenta», revela.
Rodaje de 'Vamos Juan', con Javier Cámara. VIRGINIA MARTÍN CHICO
Toda esta historia, en lo personal, nace de su vocación y relación con el arte. No en vano, es hija del escultor José Antonio Alonso-Santocildes. Y ella, desde Bellas Artes comienza así su vinculación personal y vital con el arte. Posteriormente, pasó a Ponferrada, en donde estudió en la escuela de cine. Y aunque se especializó en dirección de fotografía e hizo sus pinitos en asuntos escenográficos, también de teatro, es como script donde encuentra su lugar en el mundo del cine.
«Una script se adapta a la creatividad del director. Y no paramos de aprender», asegura. Y es, por añadido, el gran soporte del director en el conjunto de la película. Ella cree que tiene mucha suerte. Pero también pasa que ha logrado ser fuerte en un mundo vulnerable. Y así considera un honor participar en tantos proyectos como lleva, con nombres de la talla de Jorge Sánchez Cabezudo, Silvia Quer, Manolo Gómez Pereira o Tito López Amado. «Estoy en el lugar perfecto para ver cómo se cocina la historia. De momento lo que más valoro es aprender de los grandes talentos que me voy encontrando», insiste así, dejando claro que la modestia también es una de sus virtudes.
Como la de no olvidar su tierra: «Soy de Carrizo por lo cual pasear por el río Órbigo, subir al monte y disfrutar de la gastronomía de la Ribera son grandes placeres. Me reconforta perderme por las montañas de Luna, comer en Babia, pasear por la ciudad y visitar siempre que puedo la Catedral. Soy de aquí y por mucho tiempo que viva en Madrid, León es mi casa», afirma. Y entre tanto guion, el del futuro no está escrito. «Pues soy script y tengo la suerte de estar en un puesto de trabajo clave en contacto con todos los departamentos pero sobre todo con el director y actores. Estoy en el lugar perfecto para ver cómo se cocina la historia. De momento, lo que más valoro es aprender», asegura.