La investigación desvela que el circo habría tenido capacidad para cinco mil espectadores
El anfiteatro romano de León era más grande que la Plaza Mayor
Su superficie alcanzaba los tres mil metros cuadrados y tenía quince niveles de graderío
Las catas arqueológicas en la excavación de Cascalerías están a punto de terminar. Entre las conclusiones a que se ha llegado está la superficie del anfiteatro. Según ha podido saber Diario de León, el circo romano debió tener una dimensión de más de tres mil metros cuadrados, con lo que fue más grande que la actual Plaza Mayor (que apenas llega a los 2.500 metros cuadrados). Hay que tener en cuenta que estos recintos debían ofrecer la posibilidad de albergar a todos los integrantes de la legión, que ascendían a no menos de cinco mil soldados. Asimismo, se cree que el anfiteatro no tenía menos de quince alturas de graderío, con lo que realmente habría tenido capacidad para cinco o seis mil espectadores. Con todo ello, queda demostrado que, a pesar de las reticencias iniciales, esta infraestructura de la Legio VII fue una de las mayores de las construidas en Hispania, lo que viene a certificar la importancia del campamento y su función clave para Roma. Es decir, no era, como algunos dijeron hace dos años, un anfiteatro de pueblo. Y es que a pesar de tratarse de un anfiteatro militar, en él se realizaban también espectáculos para civiles. Había dos tipos de juegos: los ludus gladiatoria y los venationis (entre animales). Cabe destacar que en las catas realizadas en Botines se descubrió la tibia de un oso y en Astorga se hallaron los huesos de sendos dromedarios. Además, este enclave se utilizaba asimismo como enclave para los desfiles y exhibiciones militares. Paradas militares En este sentido, y a la luz de los descubrimientos acaecidos en otros yacimientos europeos, el lugar que ahora mismo ocupa la Plaza Mayor podría haber servido como campo de parada para los desfiles legionarios que desembocarían en el anfiteatro. Otro de los hallazgos es el hecho de que el anfiteatro tuvo varias fases constructivas y podría haberse comenzado a levantar en el siglo I, prolongándose las obras durante algo más de un siglo. Fue en el II d.C cuando se construyó un segundo muro con el fin de sostener la estructura, que tendría problemas de estabilidad. A finales del siglo III y principios del IV, los muros del circo comenzaron a ser utilizados para sillares de la muralla. Además, se cree que los habitantes de la cannaba pudieron utilizarlo para habitar en su interior al igual que ocurrió en el caso de las viviendas que muchos siglos después se adosaron a la muralla. Lo que también parece demostrado es el hecho de que el anfiteatro estaba abovedado y que las gradas se construyeron en madera. Secreto bajo la arena En las catas se han descubierto decenas de objetos, principalmente cerámica y terra sigillata. Sin embargo, no se han encontrado elementos militares o monedas como ocurrió en otras excavaciones de la ciudad. La razón podría buscarse en el hecho de que la arena, el lugar donde se desarrollaban los desfiles, ejercicios militares y combates de gladiadores, está situada en el enclave actual de la calle. Este lugar guarda muchos secretos que, al menos de momento, no se podrán desvelar, como la posibilidad de que el leonés tuviera, como el Coliseo, la estructura escondiera elevadores ocultos y escotillones para que las fieras y los hombres aparecieran desde debajo del suelo. Veremos.