Diario de León

La familia Pérez ‘sale’ de la Emigración

El palacio del carpintero. La casona de los Pérez, vivienda del ebanista Miguel Pérez, un visionario que hizo fortuna, ahora sede del Museo de la Emigración Leonesa, mostrará tres nuevas salas y hará visitas guiadas por la historia de la familia y de los leoneses que hicieron las Américas.

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Cuando la familia Pérez habitaba la casona de Suero de Quiñones tenía una habitación para fumar. Allí se reunían los hombres a degustar los habanos de Cuba, la isla que recibió a principios del siglo XX a decenas de emigrantes leoneses. En el edificio diseñado por Manuel Cárdenas en 1926, uno de los primeros con calefacción de la ciudad, también había una sala de música y un espléndido comedor familiar, cuyos muebles proceden de un convento, como parte de la dote de la hija del duque de Osuna. Estas estancias, que hasta ahora no se enseñaban, formarán parte del nuevo recorrido por el Museo de la Emigración Leonesa (MEL). Inaugurado en 2018 —aunque prácticamente inactivo durante dos años por la pandemia—, ha recibido desde su apertura a más de 4.000 visitantes.

El museo que auspiciaron los mecenas y hermanos Cesáreo y Pablo González Díez, emigrantes a México en los sesenta, además de incorporar las tres nuevas salas con el mobiliario y la decoración original, pone en marcha visitas guiadas. En ellas, durante una hora, explicarán cómo era la vida de una familia burguesa en la primera mitad del siglo XX y la historia de los leoneses que cruzaron el charco, especialmente la de los que se establecieron en México, en busca de un futuro mejor. En la primera gran inmigración ultramarina, entre 1911 y 1929, 54.612 leoneses cruzaron el Atlántico. De ellos, únicamente 817 desembarcaron en México; la mayoría optó por Cuba y Argentina.

«Con las nuevas salas, la visita va a ser más emocional», asegura la directora del museo, Nuria Alonso. «Un centro de referencia para conocer nuestra historia», según la concejala de Cultura, Evelia Fernández.

Miguel Pérez, un visionario

La sala de música de los Pérez, que conserva el piano original y el mobiliario, está considerada la mejor estancia Art Decó de la provincia. La sala de fumar, decorada con un vivo papel oriental, mantiene intactos los azulejos y las vidrieras realizadas por la empresa Basurto con motivos deportivos, incluida la lucha leonesa. El comedor fue un capricho del patriarca Miguel Pérez, un hombre adelantado a su tiempo y uno de los primeros en sumarse a la fiebre automovilística.

Tal como relató el propio Victoriano Crémer, el rey Alfonso XIII paseó por las calles de León montado en el Studebaker descapotable azul claro de Miguel Pérez. Durante la restauración de la casona aparecieron interesantes documentos sobre la historia del edificio de la ciudad.

Los hermanos Cesáreo y Pablo (creadores de la Fundación Cepa) cumplían su sueño de abrir un museo dedicado a la emigración en 2018. La exposición, que ocupa prácticamente todo el inmueble, recrea, a través de los negocios más exitosos montados por leoneses, los inicios y las condiciones de vida de estos indianos, como una abarrotería (un colmado), una tienda de tejidos y una panadería-rostisería (asador de pollos). Una de las salas está dedicada a la cervecería Modelo, en cuya fundación y expansión han tenido mucho que ver varias generaciones de leoneses.

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