Marcos Castro, en el camino del actor total
Intérprete, músico, autor, el leonés escribe y compone
No se trata de salir al escenario y hacer todo lo que uno sabe hacer bien o cree que sabe hacerlo. No ha solido funcionar. Y en el caso de Marcos Castro se trata de dar rienda suelta a su madera de artista, que él mimos ha ido modelando a base de formación y esfuerzo. Versátil, polifacético que empezó en el mundo de la música hasta que descubrió que en él el arte era todo. Por eso va camino de ser actor total. Aunque ya matiza con acierto a las primeras de cambio que desde la naturalidad. Si pasan verán en su primera obra producida por la Fundación Proconsi y Espacio Yvium titulada De soledades y alegrías, el tiempo descolorido a un intérprete que persigue algo, que no juega a estar estancado en el escenario.
De soledades y alegrías, el tiempo descolorido se preestrenó el 20 de septiembre en la sala de teatro Cuarta Pared, en Madrid. Pero su estreno absoluto está previsto para el próximo mes de enero en el Auditorio de León.
En palabras de Marcos Castro de la Puente: «Es una obra que pone en valor la memoria, un homenaje a los abuelos. A través del recuerdo, un joven recorre distintos momentos de su vida por temor a olvidar».
Esta obra profundiza sobre aspectos del ser como la soledad, la libertad, el dolor, la nostalgia, la alegría... mediante un diálogo que se da entre las soledades de Antonio Machado Soledades. Galerías. Otros poemas y las del propio autor.
«Yo empecé estudiando música. Trompeta, en el Conservatorio de León. Batería, en la Escuela Municipal de Música. Y guitarra, por mi cuenta», relata acerca de este camino suyo que le lleva ya a la interpretación instrumental y que le abre paso a la actoral y luego a la creación. Para Castro hay en todo esto una necesidad expresiva: «Yo intento sobre todo llevarlo a lo más orgánico posible. Muy naturalista. De modo que el personaje vaya muy pegado a mi», explica.
Todo esto alude al proceso creativo, pero hay también un plan en la cabeza de este leonés que confirma su lado sensato. «Tuve suerte cuando me formé como actor en La Cuarta Pared porque también se preocupan de formar actores creadores. Y pronto me di cuenta de que no pensaba quedarme parado, que estaba decidido a generarme oportunidades», relata.
amplias colaboraciones
Y lo ha hecho. Y de paso, a generárselas a los demás. Porque De soledades y alegrías, el tiempo descolorido está dirigida por Asu Rivero. La música juega un papel fundamental en la obra, y se trabaja de diferentes formas: a través del sonido de la trompeta en directo, y con grabaciones de guitarra clásica, con piezas de Francisco Tárrega y una composición original del autor, Suspiro , donde han colaborado Luis Alain Basadre, el guitarrista Roberto Moronn y Pablo Vega.
La poesía es otra vía de comunicación presente durante toda la obra. Margarita Morais, directora de la Fundación Eutherpe, le da voz a una selección de poemas de Antonio Machado, representando la voz de la vejez, que acompaña al intérprete en su viaje por la memoria, en sus miedos y en su arrojo.
La tecnología también tiene su lugar, ya que a través de proyecciones se despiertan distintos recuerdos del protagonista; una forma contemporánea de vincularse con el pasado.
Las ilustraciones del artista leonés Ramón Villa construyen el cartel y el libreto de la obra, completando una obra de arte global.