Patrimonio
La muralla se libra de los postes y cables que corroían el lienzo
El Ayuntamiento entierra el tendido eléctrico para ver el lienzo sin interferencias
Comida por los cables de la luz y la telefonía, anulada desde el punto de visual por unas farolas de un gusto más que dudoso y, sobre todo, incumpliendo la ley de patrimonio histórico de 1985, que prohíbe «la colocación de publicidad comercial y de cualquier clase de cables, antenas y conducciones aparentes en los Jardines Históricos y en las fachadas y cubiertas de los Monumentos declarados de interés cultural». Así ha estado la muralla hasta hoy. Ahora, el Ayuntamiento de León, con la puesta en marcha del nuevo plan para la muralla romana, ha eliminado todos los objetos que perjudicaban al monumento no sólo desde el punto de vista visual sino en su integridad. Y es que el peso de los postes, los faroles y las cicatrices del tendido ponían en peligro la piel de la fortaleza romana.
La limpieza integral del lienzo, tanto en la calle Conde Rebolledo como en el Arco de la Cárcel con motivo de las obras de recuperación en Era del Moro —un trazado que ha permanecido durante decenios en la oscuridad para los leoneses— ha soterrado los cables y ha eliminado los elementos lumínicos que amenazaban con el desprendimiento del canto rodado del lienzo, lo que permite contemplar todo el conjunto monumental de la muralla y el castillo sin interferencias visuales. Y es que no hay que olvidar que la muralla es el bien patrimonial más grande de León. Aparte de la importancia arqueológica que tiene —es una auténtica máquina del tiempo para saber cómo evolucionó la ciudad a lo largo de los siglos— el lienzo fue declarado Monumento Histórico Artístico desde 1931.
Estado anterior de la muralla. RAMIRO
Es decir, los hombres de la República conocían su valor mucho mejor que muchos de los resposables del patrimonio de los últimos años. Para la vergüenza local queda no sólo su ocultación premeditada sino la demolición de sus cubos, arrasados para permitir el paso de vehículos.
El Ayuntamiento, con fondos del plan Edusi, desarrolla el rescate para la ciudad de varios tramos de la muralla. Hace seis años, el monumento tenía 27 propiedades literalmente empotradas en él. Ahora, ya está en marcha un plan para iniciar las expropiaciones que permitan despejar el lienzo.
La última operación se realizó el pasado mes de abril tras la aprobación de una modificación presupuestaria para atender a la expropiación de terrenos para la ronda interior y al pago a los propietarios desalojados del entorno de Era del Moro, donde ya se ejecuta la urbanización de un nuevo espacio verde público, y la liberación del espacio entre los torreones que ahora ocupan las casas adosadas en los números 9 y 29 de la carretera de Los Cubos.
El proyecto finalizará en 2024, cuando se haya recuperado el entorno de La Era del Moro —con la recuperación del Molino Sidrón—, la calle Carreras y avenida de los Cubos.