Investigación
El obispo de León anima a denunciar los abusos sexuales en la Iglesia
“Lo prioritario son las víctimas”, ha asegurado hoy el obispo de León, Luis Ángel de las Heras. El obispo aseguró que en su reciente visita al Vaticano no hablaron de los casos de abusos sexuales y pederastia que salpican a la Iglesia Católica.
Negó que el informe publicado por un rotativo nacional haya abierto ninguna investigación.
Lo fundamental, dijo, es “pedir perdón a las víctimas e intentar reparar el daño causado.
"Bienvenidas todas las iniciativas destinas a ayudar a las víctimas y a acabar con esta lacra”. Anunció que en León se está reforzando el sistema de acogida y atención a las víctimas. También el obispo ha animado a presentar denuncias.
El papa, cercano a las víctimas
Por su parte, el Vaticano ha remitido a "las instancias competentes" un informe sobre abusos sexuales de la Iglesia en España para que se proceda según la "normativa canónica vigente", informó hoy el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni.
"El Santo Padre siempre ha insistido en su atención y su cercanía a las víctimas de abuso, con las palabras, la oración y con muchos gestos", destacó el jefe de la oficina de prensa vaticana en un mensaje remitido a los medios.
Y agregó: "La documentación entregada, ya que su naturaleza había sido ilustrada, ha sido entregada a las instancias competentes para que se pueda proceder según la normativa canónica vigente, oportunamente actualizada en los últimos años".
El Vaticano no ha precisado a qué "instancias" ha remitido el documento que documenta los abusos.
Su reacción se produce después que un periodista del diario español El País le hiciera llegar un informe sobre presuntos casos de pederastia entre el clero español durante el vuelo papal de su último viaje a Grecia y Chipre, del 2 al 4 de diciembre pasado.
Según el periódico, la Iglesia española ha abierto una investigación sin precedentes en el país con 251 miembros del clero y algunos laicos de instituciones religiosas acusados de abusos a menores.
El diario asegura que el papa remitió la documentación a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que se encarga de investigar los casos de abusos a menores en todo el mundo.
El periódico también se lo hizo llegar al presidente de la Conferencia Episcopal española, Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, que se envió al tribunal eclesiástico de su diócesis para comentar una investigación al respecto.
Igual que todos
La postura del obispo de León está en la línea de la Conferencia Episcopal Española, que anima a denunciar a las víctimas de abusos sexuales por parte de miembros de la Iglesia y da la bienvenida a las iniciativas que buscan acabar con esa lacra, en referencia al informe enviado por El País al Vaticano sobre 251 posibles casos de pederastia, aunque señala que sería deseable "mayor rigor".
"Sería deseable que las acusaciones que recoge el citado informe tuvieran mayor rigor, ya que su contenido, de carácter muy dispar hace difícil extraer conclusiones que puedan servir a una posible investigación. De manera especial cuando faltan nombres de los acusados, años en que ocurrieron los abusos o se refiere a personas fallecidas", señala en un comunicado.
Según informó ayer el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, el Vaticano ha remitido a "las instancias competentes" el informe de El País para que se proceda según la "normativa canónica vigente".
La Conferencia Episcopal española asegura que toda iniciativas de instituciones y de medios que ayude a acabar con los abusos sexuales cometidos contra menores o personas vulnerables en la Iglesia o en la sociedad "son, en principio, una buena colaboración".
Tras desear que las denuncias se hagan con más rigor, destaca la necesidad de que la información se entregue también a las oficinas de protección de menores y prevención de abusos que están en las diócesis y en las congregaciones religiosas, para poder promover la investigación procedentes.
En cualquier caso, los obispos insisten en la importancia de denunciar los abusos y animan a todas las víctimas a presentar sus denuncias en las instituciones jurídicas, canónicas o sociales que mejor se adecúen a su voluntad.