PATRIMONIO
Las termas de Lancia salen a flote
En unas excavaciones en 2003 descubrieron unas termas en Valdealbura, una parcela que la Diputación acabó comprando seis años después. En los próximos meses serán señalizadas y valladas, como el resto de Lancia. Es el primer paso para convertir el yacimiento astur-romano en un gran museo al aire libre
La valla que rodea Lancia es la primera y única que ha tenido el yacimiento. Una alambrada que nunca ha impedido el paso a los expoliadores y pirómanos. De hecho, el yacimiento ardió el año pasado. La Diputación aprobó ayer una partida urgente de 48.399 euros para adecentar la ciudad que los romanos conquistaron a los astures.
Se trata de un paquete de «medidas necesarias y prioritarias» para proteger las dos fincas de titularidad provincial del yacimiento, las de La Encrucijada y Valdealbura, en el término municipal de Villasabariego. Los trabajos, que comenzarán a finales de año, reemplazarán la cerca de la finca La Encrucijada por una de menor altura, para facilitar la visión de las ruinas.
La nueva señalización —en castellano e inglés— permitirá redescubrir las termas romanas y el vertedero de época astur ubicados en Valdeabura, que también será vallado. El diputado de Cultura, Pablo López Presa, ya había anunciado que Lancia será una prioridad en los próximos cuatro años.
Estas termas que ahora el diputado y arquitecto de profesión quiere rescatar del olvido se descubrieron en 2003 en una parcela exterior al recinto de la Diputación, que seis años después adquirió por 2.280 euros esta finca y la anexionó al yacimiento.
En este enclave de Valdealbura localizaron restos del frigidarium (estancia en la que se tomaban los baños fríos), así como unas escaleras semicirculares y un banco corrido.
En la Lancia que emergió con la construcción de la autovía León-Valladolid también aparecieron restos de otros baños romanos. La existencia de numerosos baños públicos en todo el yacimiento avala las tesis sobre la elevada población que llegó a concentrar Lancia. Se ha especulado con la cifra de 30.000 habitantes (incluyendo Sublancia).
En las sucesivas campañas de excavaciones llevadas a cabo por el Instituto Leonés de Cultura (ILC) apenas aparecieron evidencias astures. De ahí la importancia de un vertedero de época prerromana al que se superpone otro de época romano altoimperial. Es como una ‘caja del tiempo’; crucial para conocer mejor los hábitos de los astures y los romanos que habitaron en lo que hoy es Villasabariego.
Asimismo, debajo de las termas romanas se localizaron las huellas del poblado de los astures; el asentamiento que Carisio respetó tras derrotar al ejército indígena al final de las guerras cántabras, para que «sin quemar fuese mejor monumento de la victoria romana».
Poco espectaculares
Unos restos poco espectaculares, dado que las construcciones de los astures eran cabañas de materiales leñosos y cubierta vegetal, por lo que apenas ha quedado la huella circular de los postes que las sostenían, hornos para la cocción de alimentos y una calle empedrada, además de ajuares cerámicos y metálicos y restos óseos.
La pequeña intervención que acordaba ayer la Institución Provincial tendría que ser el primer paso para convertir Lancia en un gran museo al aire libre. Ni siquiera se ha redactado el proyecto aún. La anterior corporación provincial anunció un Centro de Interpretación que expondría maquetas, fotografías, mapas y audiovisuales para explicar la importancia de la Máxima Asturiae Urbis , como la llamó Dión Casio.