Marianín: «Ahora sé que fui alguien en el fútbol»
El ‘Jabalí del Bierzo’ recibirá hoy un homenaje en su Fabero natal
Mariano Arias Chamorro ‘Marianín’ levantaba en 1973 el trofeo Pichichi como máximo goleador de Primera División con el Oviedo. Medio siglo después el ‘Jabalí del Bierzo’ vivirá otro día de gloria. Esta vez en su casa, Fabero, de la que salió para recorrer el mundo futbolístico y de la que siempre ha hecho patria. Amigos, excompañeros y clubes en los que este consumado goleador militó han sido los ‘culpables’ de un homenaje. Uno más de los que ha recibido y este año acumulará por todo lo que hizo por el deporte del balompié. Hoy será en la Casa de Cultura de la localidad berciana a las 17.00 horas.
—¿Qué sentimientos le produce el homenaje que va a recibir en su casa, Fabero?
—Ante todo el de emoción. Para mí es un orgullo el que tanta gente guarde un buen recuerdo de lo que he hecho en el fútbol. Están siendo unos meses muy bonitos. Tanto por los reconocimientos que he tenido como por los que me han dicho que voy a tener a lo largo de este año.
—Fabero, Atlético Bembibre, Cultural y Oviedo, cuatro clubes que supongo lleva en el corazón y en el que ha dejado muy buenos recuerdos.
—Agradezco a todos que se hayan acordado de mi y lo sigan haciendo con el paso de los años. En todos esos clubes viví unos años maravillosos y he dejado las puertas abiertas en todos ellos.
—Supongo que alguna lágrima se le caerá hoy en Fabero.
—Yo siempre he sido una persona que ha sabido controlar sus emociones. A veces he parecido algo frío incluso. Pero con el paso de los años las emociones salen a flor de piel. Claro está que me emocionaré, pero intentaré no llorar o al menos que no me vean hacerlo (risas).
—Han pasado ya unos cuantos años de aquellas gestas en los campos de fútbol. Pero los recuerdos deben estar ahí.
—Antes me preocupaba menos. Es cierto que tengo en la mente recuerdos de aquellos años como los tres goles que le metí a Iribar en San Mamés, el gol mil de Primera o el debut de la selección. Pero de otros tal vez me había olvidado. Fue a raíz que me hicieron un álbum recopilando fotos y noticias cuando he ido recordando algunas cosas, anécdotas, declaraciones, instantáneas. Antes tal vez no le daba la importancia que creo que tiene. Ahora, con el paso del tiempo, reconozco que fui alguien en el fútbol. También donde llegué en su día.
—Los goles a Iribar, el debut con España de la mano de Kubala.. son muchos recuerdos. ¿Alguno en especial?
—Tengo unos cuantos. Esos son algunos de los que tal vez tengo más presentes. Pero también otros como el partido, cuando militaba en el Oviedo, que jugué ante el Zaragoza. Yo tengo que reconocer que no era un jugador muy técnico, más bien un delantero que en el área trataba de aprovechar al máximo las ocasiones para marcar. Ese día hice dos goles y en uno de ellos nada menos que con el balón desde el centro del campo superando a cinco o seis rivales para encontrarme cara a cara con el portero y enviarle el balón por arriba y marcar. Lo primero que vi fue a casi todo el estadio sacando el pañuelo para celebrarlo y felicitarme. Fue la primera vez para mí que me ocurría eso.
—Pichichi, internacional con España... ¿Le quedó a Marianín algo por conseguir?
—Nunca pensé llegar tan alto por lo que todo lo logrado me colmó como jugador y persona. Tal vez el haber jugado en el Real Madrid o el Barcelona. Pero no era mi obsesión sino disfrutar del fútbol y con lo que hacía.
—Llegó al Oviedo tras el ascenso del club asturiano a Primera y bien pudo ser su último destino, incluso el de la retirada.
—Estaba en la Cultural y me planteé dejarlo para ayudar a mis padres en el campo tras una temporada muy buena. En ese momento Panero me llamó y me dijo que estaban interesados en el Oviedo en mí. Y yo para que al menos pudieran recibir una cantidad económica decidí seguir e iniciar la pretemporada. Luego ya en mi nuevo destino y en mi debut lo hice como titular ante Las Palmas metiendo un gol. En el siguiente partido lo hice desde el banquillo. Cuando salí en una acción me tiré a por el balón pero no llegué. Ahí la gente murmuraba si el club no había fichado a un futbolista que no valía. Y pensé en dejarlo todo. Llamé a la Cultural que me retiraba y que le devolvieran el dinero de mi fichaje al Oviedo. Pero me convencieron de que siguiera. Y así pude lograr el Pichichi y otras cosas más.
—Del fútbol actual, ¿qué opina?
—No me gusta. Veo el Oviedo o el Barcelona y no juegan a nada. No es divertido. Tocan y tocan pero no atacan. Quieren entrar en la portería con el balón y se olvidan de tirar desde fuera. Antes se jugaba más al ataque. En los últimos años sólo he visto buen fútbol cuando aquellos años buenos del Barcelona.
—¿Se vería jugando en el fútbol de hoy en día?
—Me gustaba más el fútbol de antes pero creo que por mi forma de jugar dentro del área manejando las dos piernas y rematando bien de cabeza creo que podría hacerlo.
—Eso sí, ahora se gana más dinero que antes.
—Puede ser pero yo no me puedo quejar. Hay que trasladarlo todo a cada época. Yo con lo que ganaba podía comprarme un piso. Nunca quise pedir más de lo que consideraba razonable porque siempre priorizaba el estar a gusto en un sitio o club.
—Y lo del fútbol, ¿qué llevó a un niño de Fabero a dedicarse a ello?
–En gran medida por mi padre. Me gustaba pero no lo veía para dedicarme a ello. Hasta que llegué a la Cultural nunca entrené.
—Además sus primeros pasos fueron como portero.
—Mira que casualidad. Al principio trataba de evitar los goles y luego buscaba meterlos. No se me daba mal lo de jugar de portero pero al final los pasos fueron hacia otra posición tan diferente en el juego.
—De antes y de ahora, ¿qué jugadores le han dejado una buena impresión?
—Muchos. De antes en mi etapa en la Cultural los Piñán, Félix, Ovalle, Villafañe, Larrauri... De hoy en día los Messi, Pedri, Gavi, Vinicius..
—¿Con qué jugador se podría comparar de los actuales?
—Tal vez con Lewandowski por su forma de rematar. Eso sí, yo ser más jugador de área.
—Este año no va a parar de recibir homenajes y reconocimientos .
—Me encuentro muy feliz. Ya me hicieron varias cosas el año pasado e incluso tengo una exposición. Ahora este homenaje y el día le darán mi nombre a una puerta del Tartiere. También hay previstos otros más que voy a agradecer de todo corazón. Y además vivo.