QUÉ HACER
Ganas de manto blanco
El invierno está a la vuelta de la esquina. El frío ya es intenso y crecen las ganas de nieve. Con el calendario en la mano, los amantes de los deportes de invierno en la provincia de León están pensando ya en sacar sus equipos y pendientes de que las estaciones de esquí de la provincia, San Isidro, en Puebla de Lillo, y Valle de Laciana-Leitariegos en Villablino, abran sus oficinas para comenzar la venta de los abonos anuales para la próxima temporada de esquí. Los apasionados de este deporte cruzan los dedos para que el invierno traiga consigo una campaña tan buena como la del año pasado, en la que se pudo disfrutar de las pistas con buen tiempo, calidad de la nieve y durante un largo tiempo. De hecho, San Isidro cerró en abril con la mejor campaña de los últimos tiempos.
León cuenta con estupendos paisajes en otoño, en los que los colores lucen y hacen contraste con las rocas de la montañas y el verde de los valles. Pero el invierno es otra cosa, otro cambio de color. Las montañas se ven blancas y brillantes desde lo lejos, sus picos fulguran en la distancia y ese frío destello blanco alienta a todos los amantes de la naturaleza durante los meses de invierno.
Además de las estaciones de esquí, las montañas leonesas continúan manteniendo abiertas sus rutas de senderismo, que ahora deben practicarse con raquetas de nieve. Sumergirse en el manto blanco, adentrarse por paisajes mágicos en los que el silencio y el resplandor lo inundan todo es una de las buenas alternativas para la estación que está a punto de llegar.
El turismo se transforma durante estos meses. Una casa rural con chimenea desde la que poder realizar varias rutas por la montaña, siempre con una buena equipación para hacer frente al frío, o perderse por cualquier paraje para aprovechar la más pequeña ladera para disfrutar de los trineos. León ofrece múltiples posibilidades para el invierno, a la que en los últimos años también se han incorporado pistas especiales para mushing, el deporte de trineos tirados por perros, como ocurre en el puerto de Vegarada.
La provincia leonesa cuenta con parajes imprescindibles para los apasionados de la montaña, rutas recónditas junto con otras más accesibles. Paredes que escalar y senderos que escoger. Un espectáculo de la naturaleza que es factible, si las condiciones del tiempo lo permiten, desde el invierno al verano.
La estación de esquí de San Isidro ofrece 34 kilómetros esquiables, repartidos en seis pistas verdes, ocho azules y cuatro negras, 31 recorridos para disfrutar de la nieve a poco más de una hora de la capital leonesa, que también cuenta con dos pistas de esquí de fondo y un snowpark, para los amantes de la tabla. Cuatro remontes y cuatro cintas transportadoras, además de siete telesquíes son los encargados de subir a los esquiadores para que puedan aprovechar los descensos por un paraje incomparable en la Cordillera Cantábrica.
En el caso de Valle de Laciana-Leitariegos, la estación dispone de casi ocho kilómetros esquiables, con trece pistas (tres verdes, cuatro azules y seis rojas), un snowpark y ocho remontes entre cintas, telesillas y telesquíes.
En definitiva, dos enclaves únicos en la Cordillera Cantábrica para disfrutar de los deportes de invierno por excelencia: el esquí y el snowboard.