El Gobierno quiere blindar la tarifa regulada de luz con precios estables
El Ministerio de Transición Ecológica ha puesto encima de la mesa el primer borrador para modificar la tarifa regulada de la luz (PVPC), un contrato que ha dado demasiados sustos en el último año a los 10 millones de hogares acogidos a esta modalidad, por la volatilidad de precios que han pagado.
El departamento que dirige la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, ha sacado a consulta público la reforma del PVPC (Precio Voluntario del Pequeño Consumidor), cuyo cálculo irá teniendo cada vez más en cuenta los precios futuros de la electricidad que se negocian en el mercado, e irá descendiendo el peso de la vinculación que la luz tiene ahora con el mercado diario (el ‘pool’).
En términos prácticos, los hogares acogidos a la PVPC dejarán de pagar la luz como si fueran a comprar a un mercado central de mayoristas, y la adquirirán con un precio de supermercado. Y, sobre todo, tendrán más claro de antemano a qué coste la abonarán, frente a la incertidumbre actual, de cuyo resultado final solo son conscientes cuando les llega un recibo estratosférico.
Con la nueva fórmula, el Ejecutivo pretende que la oscilación de precios (la diferencia entre el máximo y el mínimo) se reduzca un tercio, pasando del 27% al 17% durante la jornada diaria, y del 23% al 16% en la media anual.