La oferta que no tentó a Amancio Ortega
En plena tormenta por la amenaza de Ferrovial de trasladar su sede a los Países Bajos, el diario Cinco Días recordaba ayer el informe que en 1995 recomendó al empresario nacido en León Amancio Ortega trasladar la sede del grupo Inditex a Holanda, para preparar su salida a Bolsa y «optimizar las obligaciones fiscales» de la compañía, así como su mejor acceso al mercado de capitales. Una decisión que los entonces directivos señalan que se descartó prácticamente de inmediato, porque Ortega consideró que no compensaba el coste político y de imagen que supondría convertir al grupo de Zara en una empresa holandesa. Sobre todo, no quiso romper con sus raíces españolas y su anclaje en Galicia. La propuesta estuvo ahí.