Un mercado laboral envejecido y con crecientes desigualdades que se ceba con los más jóvenes
«Promover empleos bien remunerados y combatir la pobreza es necesario para garantizar la recuperación económica». Lo advierte el Consejo Económico y Social de Castilla y León, ante la evidencia de un aumento de la desigualdad, por motivos sobre todo de precariedad laboral, que pone en cuestión todo avance.
El mercado de trabajo de la provincia está también marcado por el envejecimiento. Más del 11% de los afiliados tiene más de 60 años, y los menores de 30 no llegan al 10%. Según los servicios de Empleo, esta situación tendría que favorecer el acceso al mercado laboral de los jóvenes, porque más de 17.000 trabajadores están a las puertas de la jubilación.
Los sectores de actividad más envejecidos en la provincia son las actividades sanitarias, la administración pública, agricultura y ganadería, comercio y educación. El índice de recambio (la relación entre la población activa de más de 60 años y la de 20 a 24 años) es en León de casi 193, muy por encima de la media estatal (123). Y la tasa de dependencia (los mayores de 65 años sobre aquellos que están en edad de trabajar, de 16 a 64 años) del 44% en León, frente a una media nacional que no llega al 30%.
El caso es que la provincia no es capaz de contener la sangría de jóvenes que abandonan León en busca de mejores horizontes laborales. Ni siquiera el año de la pandemia logró contener este abandono, a pesar de las restricciones de movilidad. En 2020 la diferencia entre los contratados que llegaron a León y los que lo abandonaron registró un saldo negativo de más de 5.000. Casi un 40% de ellos tenía menos de 30 años, y un 56% entre 30 y 45 años. Además el 57% de los contratados en otras partes del país tenía FP o formación superior; el 58% de los que se fueron eran técnicos y profesionales científicos o intelectuales o de apoyo a estas actividades.
Son la evidencia de que, incluso en tiempos de dificultades, León no retiene a miles de sus jóvenes mejor formados. La mayor parte de ellos busca fortuna en Madrid.
Menos demandantes
Del escenario de desempleo provincial en el año que acaba de terminar destaca la reducción de parados (7.855 menos que a finales de 2020, aunque son aún 25.791); pero llama la atención también la enorme cifra de leoneses que han dejado de intentar encontrar un empleo en los servicios públicos: en el último año el número de demandantes se redujo en 14.581, casi un 30%. Siguen siendo 34.132.
En el año del inicio de la recuperación León no ha conseguido recuperar la tasa de actividad anterior al covid, aunque su tasa de paro es menor a la de 2019. Sí ha crecido el número de inactivos, hasta el 48,7% de la población. La tasa de empleo roza la anterior a la crisis sanitaria (45,28%).
Llama la atención el desplome del número de activos en la industria, que en tres ejercicios ha bajado de 15.400 a 9.100 trabajadores; crece en construcción y servicios y se mantiene en agricultura.
León tiene hoy 5.800 activos menos que hace tres años, han crecido entre los menores de 24 años pero se han desplomado entre 25 y 54 años: 8.800 menos.
Entre los inactivos destaca el incremento de los estudiantes, 28.400, 3.600 más que hace dos años (aunque menos que en 2020, cuando el confinamiento llevó a muchos a seguir formándose). También hay 2.600 pensionistas más que en 2019.