El calor no tiene papeleta en León

Las próximas elecciones generales serán las primeras de la historia democrática de España que se celebren en un mes de julio —en el año 2020, se celebraron elecciones autonómicas en Galicia y Euskadi ese mes—, una época especialmente cálida y habitualmente vacacional en nuestro país, especialmente en la segunda quincena.

La designación de esta fecha, provocada por un inesperado adelanto electoral anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha generado todo tipo de especulaciones sobre los efectos que puede tener en la participación y a quién podría beneficiar o perjudicar en menor medida.

Sin embargo, la fecha elegida no parece que vaya a afectar a la cifra de abstencionistas. El calor es una variable más en la estrategia marcada por el presidente Sánchez y que el que ostenta el poder juega sus cartas según sus fines intentando sacar el mayor rédito posible a las acciones e intentar debilitar al contrario lo máximo posible. Según destaca el politólogo berciano Pedro José Villanueva, además del calor hay que contar con la propia fecha elegida, 23-J, umbral del puente de Santiago para algunas comunidades autónomas como Castilla y León, feudo tradicionals del PP. «En esta variable se busca reducir el número de votantes que acudan a vota el 23 de julio, otra cosa es que dicha estrategia se vuelva en contra de Pedro Sánchez», explica.

Villanueva recuerda que el calor afecta más a personas de mayor edad; y dentro lo que apuntan las encuestas en este aspecto, votantes en su gran mayoría de perfil conservador. Pronostica que el 23-J tendrá gran afluencia y participación en las primeras horas del día, que irá bajando según avance la jornada. Además, subraya que los análisis que tradicionalmente se han realizado acerca de la influencia del tiempo meteorológico en la participación electoral no son más que una leyenda urbana que afecta a la participación; si bien es cierto que puede influir, pero en un porcentaje insignificante, tal y como atestiguan las series de participación en días de mal tiempo comparados con jornadas normales. Además, concluye que los países tropicales no sirven mucho de base a este respecto, puesto que en muchos de ellos imperan falsas democracias. «Incluso algunas constituciones determinan que el voto ha de ser obligatorio», revela y añade que uno de los indicativos en los que sí habría que fijarse es en países de nuestro entorno. «Si ponemos de ejemplo Israel, donde las temperaturas superan con creces las nuestras, la participación durante elecciones convocadas en verano supera el 80%».

Provincia sin costa

León tiene una característica especial, como es su falta de costa, por lo que, en opinión del politólogo, la mayoría de los ciudadanos llamados a las urnas el día

23 estarán desplazados en otras comunidades costeras, por lo que el voto por correo puede ser determinante. «No hay ninguna característica que distinga a León del resto de provincias y lo lógico es que siga la dinámica general del resto del país; aunque respecto a las provincias de CyL será interesante ver si continúa siendo una provincia con claro y marcado voto socialista en comparación con el resto de la autonomía».

Pedro José Villanueva asegura que todo apunta a un aumento muy significativo del voto por correo, especialmente en Castilla y León y en Galicia, si bien revela que diferentes encuestas del ámbito politológico arrojan que la participación va a subir respecto a las anteriores elecciones generales, rompiendo la tendencia a la baja de las últimas municipales. Incide asimismo en que el debate cara a cara o de candidatos no suele variar mucho la intención de voto normalmente, tan sólo puede representar un 3% de cambio, si bien en esta ocasión puede tener mayor impacto. «Muchos ciudadanoshos ciudadanos estarán pendientes de ver a los candidatos con alto interés. Además, las noticias que al día siguiente se reflejen en los medios de comunicación también serán variables a tener en cuenta respecto al resultado», dice.