LOS PACTOS ELECTORALES
El mutismo de UPL sobre los pactos sume al PSOE y el PP en una tensa incertidumbre
El máximo órgano leonesista avala a la dirección para negociar con PP y PSOE sin preferencias ni líneas rojas
La UPL abre casi todas las puertas de las principales administraciones de León. Pero todavía no sabe dónde entrará . Con los Ayuntamientos de León, San Andrés del Rabanedo, Villaquilambre y Valencia de Don Juan como principales pendientes y la Diputación colgada de su respuesta , el Consejo General de los leonesistas reunido a última hora de la tarde de este miércoles sirvió para dejar tres cosas claras: el poder se demuestra cuando se ejerce; no hay socios preferentes, ni el PP, ni el PSOE; y la estrategia no se cierra de manera obligatoria en poner todos los huevos en la misma cesta, con el intercambio de unas instituciones por otras pero con las mismas siglas como socio, sino que se abre a poder tener un compañero diferente en cada gobierno. A los populares y a los socialistas les toca navegar en la incertidumbre.
No hay líneas rojas de salida para la UPL, como se refrendó en la reunión del máximo órgano del partido entre congresos que validó el papel de la dirección para empezar a abrir reuniones con el PP y el PSOE . Aunque sí que se advirtió de que en las negociaciones se recela del secretario general de los socialistas leoneses, Javier Alfonso Cendón, y de su lugarteniente en el Palacio de los Guzmanes, Eduardo Morán. Los leonesistas les culpan de engañarles en el pacto provincial del mandato que vence, en los que no se cumplieron las inversiones comprometidas con el aval del Gobierno, y su presencia en la mesa de acuerdos se apunta como un obstáculo para entenderse.
La experiencia de Diputación marca además un enseñanza para esta vez. Las negociaciones no se sustentarán en su base con compromisos que superen a la administración que afecte, como el Gobierno o la Junta, sino que deberán contar con contenido propio en el que se puedan controlar y materializar los proyectos mediante el ejercicio del poder.
La cautela se guarda sobre todo en el Ayuntamiento de León. Los leonesistas ya han advertido de que con sus cinco concejales aspiran a la Alcaldía. Lo sabe la candidata del PP, Margarita Torre, a la que se lo advirtió en las vísperas de las elecciones el portavoz de la UPL, Eduardo López Sendino. Este escenario se defiende no sólo como posible, sino como probable. En el caso del PSOE, con José Antonio Diez como socio, la propuesta pasa más por reclamar concejalías de envergadura para los cinco ediles y la vicealcaldía, dada la postura de fuerza que les permite gobernar en minoría si no se entienden a la derecha.
En San Andrés, el equilibrio va al revés. Los leonesistas parten como fuerza más votada . No les urge encontrar apoyos, porque sólo un pacto antinatura a cuatro bandas en el que fueran juntos Vox y Podemos les quitaría la Alcaldía, aunque sí que les facilitaría la gobernabilidad en un consistorio atomizado.
La misma dispersión afecta a Villaquilambre. En este foro, los 3 ediles de la UPL harían juego con los 5 del PP o los 5 del PSOE, pero necesitarían además otro voto de entre los otros cuatro partidos: Vox, Cs, Podemos o los independientes. El capricho de la aritmética convierte de nuevo a los leonesistas en indispensables. El papel le da otra carta a la UPL para jugar en el tablero global, en el que aparece también Valencia de Don Juan. Sus dos ediles abrirían la puerta del gobierno coyantino a ambos lados. Ahora queda saber dónde entran.