Del yugo del peaje de la autopista León-Astorga al entierro en las vías de Trobajo
La cita electoral no ha tomado excesiva inspiración en las cuentas pendientes de las infraestructuras, en los sostenes de la comunicación y la movilidad; y eso que es un rosario interminable de puntos deficientes lo que León tiene por delante y de por medio. Se inicia el recuento por el peaje de la León-Astorga, que asfixia el desarrollo central del territorio, y que se impone sobre el resto de elementos en lista de espera. Quitar el tapón de la León-Astorga resolvería graves problemas estructurales que padece León a la hora de competir con territorios más desarrollados con los que comparte administración, pero no políticas. Si se sale de la carretera y se ubica el centro de análisis sobre raíles, a León le falta una vía, de alta velocidad, y le sobran cuatro raíles que atascan en superficie el desarrollo de Trobajo del Camino. El soterramiento es tema de calado, con el que se han topado los candidatos en San Andrés. Puerta hacia el norte, a partir de este punto, se lanza la gran apuesta d ela conexión por tren con Asturias, que no ofrece ya las certezas de acoger todos los criterios que definen el escalón de la alta velocidad ferroviaria, pese a los 4.000 millones.