La venta de una patrullera a Marruecos destensa la difícil relación con España
Navantia construirá un buque de vigilancia en pleno debate sobre
Los astilleros de San Fernando (Cádiz) en los que trabaja Navantia han logrado un contrato con la Marina Real de Marruecos para diseñar y construir un patrullero de altura que supondrá un millón de horas de trabajo y cerca de 250 empleos durante los próximos tres años y medio. El coste estimado del buque es de unos 120 millones de euros, aunque falta por conocer un aspecto esencial: qué país dotará el equipamiento operativo.
El anuncio fue realizado ayer por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en su visita a los astilleros gaditanos, en la que ha estado acompañada por la presidenta de la compañía estatal, Belén Gualda. El proyecto abre la puerta a la contratación de otras unidades similares, lo que implicaría más horas de trabajo y más empleo para la industria naval, pero sobre todo retoma la senda de contratación con el país vecino tras décadas de parón.
La noticia llega en pleno debate sobre los acuerdos estratégicos entre Rabat y Washington, la recurrente situación del Sáhara Occidental —Donald Trump reconoció la soberanía marroquí el pasado 10 de diciembre— o el anuncio de varios periódicos locales que detallaban las negociaciones para sacar de la base naval de Rota los destructores norteamericanos. Una información que fue desmentida por la ministra de Exteriores, Arancha González Laya. «No corre ningún peligro; no hay ninguna razón para temer» por su futuro, afirmó el lunes.
El patrullero de altura se inserta dentro del Plan Estratégico de Navantia. Es un buque muy demandado en el ámbito internacional, con las consiguientes oportunidades de exportación a otros países. En este sentido, la empresa está estudiando «diferentes opciones comerciales» para los astilleros de Cartagena y Ferrol. En la Región de Murcia se trabaja actualmente en el submarino S-80, mientras que en Galicia se construirán las fragatas F-110 para la Armada Española.