Desvelado el mayor secreto de la boda de Tamara Falcó: el vestido de la novia
La marquesa de Griñón despidió los festejos de su enlace con Íñigo Onieva pasadas las ocho de la mañana de este domingo luciendo un vestido blanco de encaje
Parecía que no iba a llegar nunca el día en que Tamara Falcó e Íñigo Onieva se dieran el 'sí, quiero' pero por fin, la pareja pudo disfrutar con los suyos de la esperada ceremonia y siguiente celebración en el palacio de El Rincón, un inmueble familiar que actualmente es propiedad de la marquesa de Griñón y de su hermano mayor Manuel Falcó.
Más de 150 años de historia contemplaron la deseada fiesta a la que acudieron 400 invitados entre familiares y amigos de la pareja y que terminó bien entrada la madrugada. De hecho, no ha sido hasta la mañana del domingo cuando hemos podido volver a ver a la marquesa de Griñón regresando al hotel Ritz de Madrid acompañada de su reciente marido . Muy sonriente, Tamara bajó del coche pasadas las ocho de la mañana con un vestido 'after-party' para el que también eligió el color blanco.
De encaje, manga larga y cuello caja, el modelo escogido como opción más cómoda con la que seguir las celebraciones a lo largo del domingo fue de corte entallado y falda midi, completando su atuendo con unas sandalias planas y la melena recogida en una trenza despeinada. Fue precisamente en este conocido establecimiento hotelero donde los recién casados han querido poner la guinda a los tres días de fiesta con un almuerzo de despedida antes de salir rumbo a su luna de miel.
La primera en llegar fue Alejandra Onieva, con un vestido largo de tirantes azul claro y el cabello recogido en una coleta. Poco después llegaban los amigos del novio y su hermano Jaime. "Lo hemos pasado de maravilla", decía este último a la prensa apostada a las puertas.
Muy escasas son las imágenes que han trascendido de la boda a la espera de la exclusiva de la revista de cabecera de la hija de Isabel Preysler cuya publicación se ha adelantado a este lunes. Apenas algunos invitados mostrando sus mejores galas y una instantánea del cóctel de recepción. Eso sí, en lo que coinciden quienes se han pronunciado al respecto, hablan de una fiesta muy divertida en la que ha habido numerosas sorpresas. Damián Molla, alma de la popular hormiga Barrancas, ha sido uno de los que ha compartido su experiencia a su llegada a Madrid en el autocar puesto a disposición de los invitados. "Ha sido precioso todo, no ha encantado. todo precioso", comentó.
Además, no dudó en comentar su conversación con la madre de la novia de la que ha dicho que "le he preguntado a Isabel Preysler y me ha confirmado que efectivamente en el castillo había un oso panda", dijo divertido, al hablar de una de las anécdotas de la noche.
Molla aseguró que Íñigo ha pronunciado un "discurso precioso" por el que le ha felicitado y ha confiado en el amor de la pareja asegurando que el novio ha estado "enorme". Quienes también se han pronunciado han sido Nuria Roca y Juan del Val que han reconocido haberlo pasado "fenomenal". "Ellos están felices, casados y contentos", destacaba la presentadora mientras su marido señalaba que los novios estaban "guapísimos".
Vestidos
Según las primeras informaciones, Tamara eligió para recibir el sacramento del matrimonio un vestido blanco con escote barco y silueta corazón que dejaba los hombros al aire. Un diseño con escaso ornamento, según adelantaba Vanitatis, con manga francesa y un bordado en tonos cobre en el escote que descendía por el vestido hasta los pies. El segundo vestido de la marquesa tenía un aire más moderno y juvenil. Un dos piezas de tono marfil con la falda a capas cortadas al bies y un lazo en la parte delantera con el que bromearon los recién casados. "Eres un regalo", le dijo Íñigo a su esposa, a lo que ella respondió: "Por eso me he puesto un lazo". Un modelo más fluido y cómodo para bailar, tal como hicieron, hasta la madrugada.