El sector TIC de la provincia demanda 400 profesionales

La falta de perfiles profesionales adecuados es uno de los grandes problemas del sector tecnológico en general, y lastra también el desarrollo de las empresas en la provincia. Desde León los emprendedores del sector tienen que hacer frente a unos sueldos que consideran desorbitados, u optar por formar a sus propios desarrolladores y empleados , invirtiendo tiempo y medios con el riesgo de que luego el personal formado quiera buscar nuevos horizontes de carrera.

Desde la Asociación Leonesa de Empresas de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones ( Aletic ) tanto su presidente, Lucio Fuertes, como su vicepresidente, Juan Carlos Rodríguez Fraile, calculan que las empresas provinciales del sector demandan alrededor de 400 profesionales con formaciones muy específicas, que no encuentran en el mercado. Una demanda que está creando una burbuja en los precios del sector.

Con el objetivo de recuperar la actividad pública de la asociación tras la pandemia, su feria y su premios anuales; y sobre todo de «dar visibilidad a un sector que va mucho más allá de la ciberseguridad», Aletic reclama apoyo institucional «real» y exige que los fondos Next Generation de la Unión Europea para la recuperación económica lleguen realmente a las pymes del sector.

En todo caso el de la falta de profesionales técnicos que respondan a las necesidades reales de las empresas es uno de los problemas más acuciantes del sector tecnológico. «Es verdad que se requieren especializaciones muy diferentes, y que cada empresa necesita algo concreto. Pero hay una falta de base muy importante. Muchas de nuestras empresas llevan meses con los mismos puestos vacantes, esperando un candidato. Es algo que pasa en todo el mundo. Y no sólo en los perfiles técnicos, también es difícil encontrar personal incluso en puestos como comerciales».

Sólo las 18 empresas asociadas a Aletic suman más de 1.500 profesionales de perfil tecnológico, a los que se suman otro millar del resto de las empresas del sector en la provincia, según los cálculos de la asociación. Que estima que la demanda de estos profesionales técnicos sólo en León ronda los 400 trabajadores. «Y es imposible encontrarlos».

Fuertes reconoce que «las empresas tenemos claro desde hace tiempo que la solución es formar dentro a nuestros propios trabajadores, pero eso implica mucho esfuerzo y también recursos económicos. Y luego pueden quedarse o no, que es lo que está pasando. Otras empresas ofrecen mejores sueldos, y hay ciudades y polos tecnológicos con más atractivo para ellos. Después de todo lo invertido, se van. Es un riesgo».

La alternativa para encontrar profesionales con los que desarrollar los proyectos que permitan crecer a las empresa es «tirar de talonario. Pero eso no está al alcance de la mayoría de las compañías locales». El presidente de Aletic considera que «este estrés en la búsqueda de talento, este llevarse de unas compañías a otras a los profesionales más demandados, está creando una burbuja en el empleo del sector tecnológico. Y eso tiene que estallar, porque se están pagando sueldos desmesurados para algunos perfiles, y para la experiencia de algunos jóvenes. Y siguen subiendo».

De momento la demanda creciente hace que esta burbuja continúe creciendo. «Hay pocos profesionales que estén al nivel que requiere la especialización de las empresas para determinados proyectos, y exigen salarios desmesurados. Eso es un problema para las compañías».

Por lo que se refiere a los perfiles que se necesitarían para cubrir esta demanda, desde Aletic señalan que «la diversidad es enorme. Las empresas que forman parte de la asociación abarcan ámbitos muy distintos, no buscan el mismo tipo de profesionales. El espectro de técnicos necesarios implica prácticamente a todas las especializaciones tecnológicas, porque en todos los campos se mueven las empresas locales de desarrollo TIC». Desde el desarrollo de hardware a sistemas de inteligencia artificial, que cada vez influye más transversalmente en la actividad de las compañías.

El polo tecnológico

En todo caso, desde Aletic se llama la atención sobre una realidad que consideran necesario poner en evidencia. «León no es un polo tecnológico, aunque nos empeñemos en venderlo así. En realidad no se hacen aquí cosas diferentes a otras provincias, y el apoyo al sector y su desarrollo dista mucho de otros lugares donde realmente llevan años impulsando la actividad, y sí han conseguido crear un polo diferenciado».

El hecho de que la provincia acoja al Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) o el Centro de Supercomputación autonómico no es suficiente, en opinión de los responsables de la asociación, para afianzar este polo tecnológico. «En realidad falta unidad de acción entre todos estos elementos punteros y el tejido empresarial local. En el que hay empresas muy destacadas, que permitirían crear ese núcleo de innovación. Realmente podemos estar en el camino de crear un polo tecnológico en León, pero hay que cambiar muchas cosas que no sólo dependen de las empresas».

Por ejemplo el modelo de ciudad, el entorno en el que se mueven los profesionales punteros de la tecnología. «Nos repiten constantemente que tenemos que ser capaces de retener el talento. Pero eso no se consigue sólo con una empresa atractiva. Quienes tienen estos perfiles buscan moverse en un entorno estimulante para sus inquietudes, más allá del trabajo. Eso implica aportar otras cosas como entorno vital».

El análisis crítico llega también a la Universidad de León. «La formación en las carreras técnicas debería ir un paso más allá del que está actualmente. No hay suficientes alumnos en las ingenierías, y además la relación con las empresas sigue siendo deficitaria, a pesar de que es un problema que abordamos continuamente desde las dos partes». Desde Aletic lamentan que «no se especialice a los alumnos de acuerdo con las necesidades de los proyectos que se desarrollan e León. Somos conscientes de que desde las empresas tenemos que jugar un papel importante para adaptar a los técnicos a nuestras necesidades específicas, pero para eso se necesita una base en la que aún hay mucho por mejorar».

Y una mayor implicación de los niños y jóvenes con las vocaciones tecnológicas. «Es cierto, hay pocos alumnos, y sobre todo pocas alumnas, que quieran seguir este camino. Y estamos trabajando en eso. No es un problema sólo de León, la falta de vocaciones Stem (en ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas) es una situación generalizada en el mundo, a la que no estamos sabiendo dar respuesta».