Diario de León

Tecnología. ‘Snap’, el coche autónomo modular

ofrece una solución a los desafíos que plantean diferentes ciclos de la vida de los componentes autónomos y eléctricos. E s un nuevo concepto de coche eléctrico y autónomo, el «Snap», con dos partes separables: un chasis que incorpora los componentes de envejecimiento más rápido, y un habitáculo de múltiples usos y de larga duración para los pasajeros.

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DANIEL GALILEA | MADRID
León

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Los automóviles de conducción autónoma estarán muy pronto en las calles y carreteras de un mundo cada vez más interconectado, pero los rápidos avances tecnológicos pueden hacer que algunos componentes de estos medios de transporte queden desfasados en poco tiempo.

«Estos vehículos ayudarán a resolver problemas de transporte en áreas urbanas, fundamentalmente, pero estarán repletos de componentes de tecnologías de la información (TI) de vida corta», señala Frank M. Rinderknecht, director de la fábrica de automóviles suiza Rinspeed, especializada en el diseño de vehículos vanguardistas.

Para abordar este desafío Rinspeed ha desarrollado un innovador concepto de vehículo de dos partes separables, en el que los componentes mecánicos, eléctricos y electrónicos, y los programas informáticos, destinados a quedar obsoletos rápidamente, están alojados en el chasis inferior «de alto desgaste» denominado ‘skateboard’ («patineta»).

La parte superior de este «ecosistema de movilidad», como llama Rinspeed al ‘Snap’ , es una carrocería o cabina más duradera denominada celda de seguridad para pasajeros o ‘pod’ (vaina), la cual podrá permanecer estacionada en un lugar fijo cuando sea separada del chasis inferior o skateboard y se le podrán dar múltiples usos, de acuerdo a los autores del proyecto.

«El ‘Snap’ es un concepto visionario y disruptivo que une la movilidad y la inmovilidad de una manera única», señala Rinderknecht desde Zumikon (Zúrich, Suiza).

Mide 4,68 metros de largo, 1,96 metros de ancho y 1,84 metros de alto, tiene cuatro asientos y es capaz de alcanzar los 80 kilómetros por hora de velocidad máxima, contando con una autonomía de 100 kilómetros antes de necesitar un recarga eléctrica, según la ficha técnica de este vehículo. Este diseño se ha presentado en Las Vegas (Nevada, EE. UU.), en la feria de electrónica y tecnología de consumo CES 2018 (www.ces.tech).

«Este vehículo aborda los temas candentes relativos a los diferentes ciclos de la vida de los componentes mecánicos y de TI de los coches autónomos y eléctricos, así como su relación con las futuras ciudades inteligentes», asegura.

«Al separar el chasis (skateboard) y el cuerpo (pod) del vehículo se crea un ecosistema de movilidad completamente nuevo y completo, en el que la suma de sus partes es mayor que el total», enfatiza el diseñador.

En este tipo de vehículos ambas parte se separarán, y el ‘pod’ podrá tener infinidad de aplicaciones «cuyo límite es el cielo» cuando está estacionado y ya separado del chasis: desde una tienda de compras o un espacioso habitáculo de camping, hasta un lugar de encuentro acogedor para los ocupantes de la cabina y conectado a las redes y sistemas digitales, según el fabricante.

El ‘skateboard’ inferior, que alojará los aparatos mecánicos y los componentes de TI de envejecimiento rápido, podrá ser retirado de la circulación para que sus dispositivos, piezas y materiales sean reciclados, tras unos años de uso intensivo, una vez que haya llegado al final de su vida útil, según este fabricante.

«Por su parte, la cápsula o ‘pod’ superior , cuyos componentes y materiales estarán mucho menos estresados por el uso, podrá permanecer en servicio mucho más tiempo, antes de que también deba ser enviada al reciclaje, lo cual beneficia el medio ambiente, al ayudar a conservar los recursos naturales», según Rinspeed.

Antes de ser finalmente reciclada, la cabina superior también podrá funcionar como punto para recogida y entrega de paquetes, comercio callejero para la venta de productos comestibles, puesto para el control de obras en construcción, o incluso, como minialojamiento urbano transitorio, según presentan en un vídeo de la compañía Rinspeed.

«La idea es que el patinete se esté utilizando día y noche y que, por lo tanto, llegue a su fin de vida mecánico e informático al cabo de tres años», explica Rinderknecht.

«Dentro de ese lapso, será factible actualizar el software’TI (programas informáticos) por aire, es decir por vía inalámbrica, mientras que el hardware (el conjunto de elementos físicos y dispositivos) probablemente seguirá siendo compatible”, apunta.

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