Las familias pelearán hasta el final: «Tenían todos los medios, fallaron las personas»
Seis rosas rojas en la barandilla de la entrada de los juzgados y una pancarta con el lema ‘ Justicia y Reparación ’, escenificó ayer el recuerdo de los seis mineros fallecidos en el accidente del Pozo Emilio. En un tenso silencio, los familiares de las víctimas arroparon los rostros de los suyos en el primer día de la vista oral.
En representación de los afectados habló el matrimonio formado por José y Toñita, padre y madre de Manuel Moure. Un indignado José aseveró que «a estas horas pedir perdón ya no sirve, es demasiado tarde. Al principio tal vez, y que decida la justicia, pero en este momento ¿la culpa la tienen los que se fueron para allá? Sólo faltaba eso». Tanto Moure como su esposa lamentaron que en ningún momento, «ni desde el principio», hayan tenido contacto con la empresa. «Nadie nos avisó de nada, todavía no nos han llamado. Ni en el momento del accidente». Mi marido llegó a casa y dijo que había habido un accidente donde estaba nuestro hijo. Llamamos por teléfono, y nos pidieron colgar porque lo necesitaban. Él se marchó al grupo Tabliza, y un amigo le dio el pésame. Así nos enteramos».
Decisión polémica
Indignación entre los familiares porque los acusados no tendrán que estar presentes en la vista
José Moure insiste en que el accidente fue una negligencia «gravísima», porque «tenían todos los medios, fallaron las personas». Y además había indicios de que podía ocurrir un accidente. «Todo ocurrió un lunes. El jueves anterior mi hijo ya dijo a su mujer que estaban haciendo las cosas mal, e iba a pasar algo. Y que si pasaba algo les iba a dar unas hostias. Y aquí estamos. Nosotros tenemos que pelear hasta el último momento».
Las familias siguieron la vista en una sala anexa a través de una pantalla. A la salida, Patricia, la viuda de José Antonio Blanco, criticó duramente a los acusados que después de diez años se libren de estar presentes en la vista, «que aún digan que es una vergüenza para ellos hacerlos pasar esto». «Vergüenza de qué», se preguntó, «mis hijas se quedaron sin su padre». «Los sinvergüenzas son ellos» aseveró, que «ni siquiera me llamaron. Me tuve que enterar por las noticias».
Montaña central
Los propietarios de la Vasco desvelan hoy las condiciones de trabajo de los mineros muertos
María Jesús Muñiz Prieto
Por su parte, el abogado Ramón Carro, letrado de Roberto Álvarez insistió en que se intentará demostrar que hubo falta de medidas de seguridad y una «inaplicación total del plan de prevención de riesgos laborales y que existía una bóveda inmensa que no controlaron, motivo por el que se colapsó». También señaló que el sistema de ventilación de la mina era «absolutamente deficiente y lo sabían por los controles que se estaban haciendo». Argumentó que había una «desorganización total» en el plan de seguridad de la empresa y «entendemos de que ya es hora de que se haga justicia».