Adif perforó Pajares pese a saber que se perderían mil litros de agua por segundo

El Gobierno no piensa en aportar más soluciones para recuperar los acuíferos de la montaña central leonesa de los graves daños ambientales causados por la obra de los túneles de la variante de alta velocidad.

Aunque la pregunta de Compromís en el Senado arrancó una confesión inesperada a estas alturas de proceso. Carles Mulet interpeló en nombre de la UPL; y el ejecutivo respondió por toda la gestión acumulada. Incluida la revelación de un informe que preveía en el año 2002 que la incisión de los túneles causaría un caudal de infiltración por encima de los mil litros por segundo . El volumen del golpe a las fuentes de León que nutren, nutrían, todo el circuito y el ecosistema hídrico del la cabecera del Bernesga, no frenó el proyecto. A sabiendas del efecto, se horadaron los túneles.

El aviso del que el Gobierno dio cuenta a Mulet, que habló en la cámara Alta en nombre de la Unión del Pueblo Leonés, figura en un documento clasificado como «Estudio Informativo del proyecto de nuevo acceso ferroviario a Asturias; Variante de Pajares». Veinte años después, la montaña leonesa padece de una hemorragia incesante que se ha llevado de los ríos y arroyos leoneses una cuantía de agua incalculable; como el daño ocasionado por este destrozo ambiental que no va a cortar el Gobierno, según queda de manifiesto en la respuesta en sede parlamentaria. «Desde Adif se han realizado numerosas actuaciones encaminadas a reducir el caudal de infiltración en los túneles, que han tenido una cierta efectividad, como prueba que el caudal se ha reducido desde el cale de los túneles, en 2009, hasta la actualidad». El Gobierno se refriere al tapón al agua que entra en las galerías; no a la rotura de arterias que permitiría devolver al agua por su cauce en la cuenca leonesa esquilmada.

En esa dosis de conformidad, se limitan los daños colaterales para la estructura ferroviaria porque «las infiltraciones en el interior del túnel no suponen un problema desde el punto de vista de la circulación de los trenes», se despacha el Gobierno.

Para rebajar aún más el tono y certificar que el grave problema causado a León no lo es para el Gobierno, remata con unas referencias a las medidas de la fuga de agua tras la esta de la galería del ferrocarril «con caudales de infiltración totalmente admisibles», remarca el ejecutivo socialista, «que se encuentran en rangos habituales» para este tipo de estructuras. En torno a 5 litros por segundo y kilómetro de túnel excavado.

Los números no coinciden con otros informes aportados por las asociaciones de afectados por esta depredación de los recursos hídrico leoneses, en esa galería de la alta velocidad que es una sepultura para la montaña leonesa. «Entre 2018 y 2020 se hizo un estudio que no aprecia daños medioambientales».