El Aire destinará el hangar del Grosa para sus nuevos aviones de formación

El final del acuerdo entre el Ejército del Aire y el de Tierra para que los drones del Grosa ocupasen uno de los hangares del Aeródromo Militar de León ha puesto en una delicada situación a la unidad de RPAS, que ahora permanecen en un almacén en Conde de Gazola y que no disponen de una pista adecuada para sus operaciones de vuelo, que antes realizaban en el aeropuerto. A pesar de que ya hay una «carta de aprobación» del documento de necesidad funcional para su traslado a La Rioja, desde la Subdelegación del Gobierno de León remitieron ayer un comunicado del Ministerio de Defensa en el que insisten en que «no existe ninguna decisión tomada al respecto». A mayores, el secretario general del PSOE, Javier Alfonso Cendón, incide, tras hablar con el ministerio que dirige Margarita Robles, que la unidad «no abandonará la provincia de León» y que se está trabajando «para que el Ejército del Aire y el de Tierra lleguen a un acuerdo».

Pese a todo, el hangar que ocupaba el Grosa en el Aeródromo Militar de León quedó ayer vacío. Desde la Academia Básica del Aire apuntaron que será destinado a la formación de sus alumnos en el marco del distintivo Peram, que le fue concedido en 2018, cuando se convirtió en el primer centro militar europeo en cumplir con los requisitos de aeronavegabilidad de la UE. «Ha aumentado el número de aviones para la formación y también el número de alumnos», señalan fuentes de la Academia Básica del Aire, para añadir que estos incrementos exigen «más espacios». Los alumnos en tercer curso, los que más aprovecharían las horas de formación mecánica en el hangar que había empleado el Grosa, son cerca de 300 y los docentes sumaron a los aviones con los que ya contaban hasta cinco aparatos C-101 —los que emplea la Patrulla Águila para su acrobacias— para sus clases. La formación práctica en el marco del Peram tiene un gran peso y desde la academia explican que hasta ahora esas clases se repartían en otras dependencias de la base y que el hangar también servirá alojar a los aviones.

La delicada situación en la que se encuentra ahora la unidad, que carece de una pista desde la que operar —el Searcher que emplea la unidad exige al menos un kilómetro de pista asfaltada— después de abandonar las instalaciones del Aeródromo Militar de León puso ayer en alerta tanto a PP como a UPL, que recordaron, precisamente, que ya desde el Gobierno y el Ministerio de Defensa les habían contestado en varias ocasiones que no constaba el traslado oficial del Grosa a La Rioja y que además ya habían solicitado la renovación del convenio con el Ejército del Aire para el uso del hangar y evitar así el traslado de la unidad de RPAS y la consolidación de su estancia en la base Conde de Gazola. Ambas formaciones políticas precisan que el posible vuelo del Grosa a La Rioja, que desde el ejército siempre han barajado como «cuestiones operativas», sería otro mazazo para el sector aeronáutico de León.