El Ayuntamiento hipoteca el Mercado del Conde Luna con un nuevo retraso en las obras

La finalización de las obras del Mercado del Conde Luna sufre un nuevo retraso. El plazo de ejecución de los trabajos, que según el contrato (y tras varios contratiempos anteriores) tenía como fecha límite el 29 de mayo, se aplaza ahora hasta el 7 de octubre, según las fechas que anuncia el Ayuntamiento. La Junta de Gobierno aprobó ayer la ampliación por otros 180 días del plazo de ejecución de las obras , que era de ocho meses y medio. Eso sí, se aclara que «el plazo para cumplir con las exigencias de la subvención con la que se ejecuta esta obra está fijado para diciembre de este año». Se refiere a la ampliación que se solicitó en el ejercicio anterior para que parte del coste de la remodelación corra a cargo de los fondos europeos de Recuperación y Resiliencia, como está previsto.

El Ayuntamiento justifica el nuevo retraso en «la escasez de materiales en stock, y la dilatación de los plazos de entrega, ocasionados por la especial coyuntura económica que está afectando en este momento al mercado de la construcción».

Un argumento, el del encarecimiento de las materias primas y el coste de realización de las obras, que sirvió también para que el primer adjudicatario de la obra renunciase a realizarla. El pasado mes de julio (cuando aún estaba en proyecto trasladar a los comerciantes a una carpa frente a Santa Nonia durante la realización de las obras) la empresa que había resultado adjudicataria (Orea) se sumó a las compañías que se declararon incapaces de asumir el sobrecoste que el encarecimiento de las materias primas y la energía suponía sobre las condiciones pactadas en el concurso, que se había firmado meses antes. Renunció.

El Ayuntamiento contactó entonces con el siguiente licitador (Decolesa), aunque ya advirtió del consiguiente retraso en el inicio de las obras. Todo volvía a comenzar, una vez más.

En agosto el Ayuntamiento solicitó una ampliación de los plazos de ejecución de la obra, que se financia en buena parte gracias a los Fondos de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea. Y que fijaban en diciembre del año pasado el final de la remodelación para cobrar la ayuda. La moratoria se prolongó hasta diciembre del actual ejercicio.

Ahora el Ayuntamiento fija el nuevo plazo en octubre. No hay mucho margen para acumular más retrasos, si no se quiere hacer peligrar las ayudas europeas que sustentan este proyecto.

Que está íntimamente ligado a la inversión de cuatro millones de euros con la que se pretende revitalizar el comercio tradicional de León de la mano de la recuperación de la plaza de abastos, junto con Mercaleón y los productores y comercializadores locales.

El proyecto previsto pasa por demoler toda la distribución interior de los puestos y abrir la fachada de la zona sur, donde la estructura de arcos existentes se cambiará por una cristalera. La nueva distribución interior del mercado abandona el modelo de cuatro isletas anterior, de forma que los puestos se reparten de este a oeste, con un total de 28 módulos, en lugar de los 42 que había anteriormente.

El edificio, que se inauguró en 1929, prevé abrir más luz en las fachadas laterales. Además se mejoran la eficiencia energética y la recogida de residuos, que ya no quedará en el exterior del edificio, como ocurre actualmente y que ha provocado las críticas del vecindario por la suciedad y el abandono que ofrecen a menudo los desperdicios del mercado.