Movilidad
El abandonado carril bici de León: visita los puntos negros
Los ciclistas tienen que sortear bordillos, canaletas, socavones y desniveles que convierten los paseos en una auténtica yincana. Hay partes sin terminar y apenas se ha hecho nada en los últimos diez años para completar el recorrido o, al menos, para mantenerlo en buen estado
El carril bici de León es como un puzzle incompleto, al que le faltan demasiadas piezas. Los tramos urbanos están en muy mal estado y tan solo se salvan algunos kilómetros de la senda que discurre junto al río Torío, la más utilizada por las familias.
En muchos barrios ni siquiera hay un espacio reservado para este tipo de vehículos, que conviven con el tráfico a motor en los ciclocarriles que pintó el Ayuntamiento en algunas calles, cuando entró en vigor la Zona 30. Los hay en Independencia, la Corredera, Padre Isla, Gran Vía de San Marcos... Es lo único que se ha hecho en los últimos años a pesar de que hay un plan de movilidad sostenible que da prioridad al uso de la bicicleta y de que existe un proyecto para ampliar el carril bici desde hace, al menos, un par de lustros.
Lo demás está abandonado o totalmente destrozado. Lo más llamativo es la falta de mantenimiento que ha convertido el cemento, o la zahorra, en una trampa muy peligrosa para los ciclistas, que deben sortear bordillos, canaletas, socavones y desniveles que convierten los paseos en una auténtica yincana.
En el entorno de la Universidad, por ejemplo, el firme está totalmente agrietado y su aspecto muestra que en los últimos once años no se ha hecho nada para adecentarlo. Algo parecido ocurre con el carril bici que bordea el campus de Vegazana y que muere de forma abrupta, cuando debería enlazar con el de la calle La Serna para que tuviera sentido. Hay calvas, problemas con los bordillos y a la altura de la calle Emilio Hurtado el asfalto está levantado y lleno de cicatrices.
Es un auténtico despropósito que se extiende a la zona de la Asunción, donde las raíces han tomado el sendero. Además no han proyectado un paso ciclista hacia el Centro de Alto Rendimiento y el acceso a la Candamia presenta las mismas señales que deja el olvido. Encima comparten la plataforma con los peatones.
En dirección a Puente Castro hace falta un tramo a contramano que sirva de prolongación al del Torío. Lo mismo ocurre en el del parque de la Lastra o en Fernández Ladreda. No hay un paso para bicis en José Aguado y las intersecciones entrañan demasiado riesgo en la avenida Fernández Ladreda.
El acceso a La Candamia, a la altura de Puente Castro, no es seguro. El asfalto está muy descuidado. En la avenida Peregrinos, junto al edificio de la Junta, hay, en medio del carril, canaletas que son un peligro.
La lista de deficiencias es larga. Lo saben bien en la Asociación León en Bici, que ha preparado un documento de varios folios en los que aparecen los puntos negros de este carril, dispersos por prácticamente todo el recorrido, aunque es en la Serna donde las imperfecciones son más sonrojantes. «Queremos saber si realmente las administraciones apuestan por la bici. León es una ciudad llana, excepto la rampa de los hospitales, y cumple todos los requisitos para tener un carril en condiciones. Es una infraestructura que no necesita una inversión alta, aunque hay que mantenerla. Está abandonada, no se ha hecho nada en los últimos diez años y hay zonas peligrosas», señala Daniel Álvarez, presidente de León en Bici, quien echa en falta que se ejecute lo planificado y que se tenga en cuenta a los usuarios de este tipo de vehículos, que no contaminan y que cada vez usan más personas, sobre todo desde la irrupción de la pandemia.
En La Asunción el recorrido está en muy mal estado y no hay un enlace hacia el Centro de Alto Rendimiento. En la calle La Serna el aspecto del carril es lamentable. Está abandonado y apenas se puede usar.
Demandan una conexión con el polígono industrial de Onzonilla y otro enlace con el del Parque Tecnológico. No entienden como cuando se hacen obras y se construye una glorieta nueva no se deja parte de la calzada para las bicicletas. «No vemos que sea una prioridad», apunta. Pone como ejemplo de lo que quieren los usuarios el carril bici del Torio, que «ya nadie discute porque funciona». Cree que se debería aprovechar que el cauce de dos ríos atraviese el casco urbano y también reivindica que se ponga en valor el Camino de Santiago mediante una senda en condiciones. «Lo del Alto del Portillo es una auténtica chapuza», critica Daniel Álvarez, quien considera que el carril bici en León «está hecho a retales, sin una ejecución global» que lo optimice. «Es algo sencillo de alcanzar», advierte. Confía en que desde el Ayuntamiento se tengan en cuenta las reivindicaciones de León en Bici.
En Fernández Ladreda hay problemas con los bordillos en los cruces y no existe un paso para bicis en José Aguado. En la imagen de la derecha se ve como, las obras en Carreras y Los Cubos han afectado al carril bici. Ahora hay una rampa con un desnivel importante.