Un centenar de docentes pide en sólo 5 meses prejubilarse por miedo al covid

De junio a principios de diciembre, un centenar de docentes que impartían clase en la provincia de León ha realizado todos los trámites para jubilarse, a pesar de que no han cumplido aún los 65 años, según los datos facilitados por la Consejería de Educación. De estos, el 60% son profesores de enseñanzas medias, mientras que 39 son maestros, que por miedo al coronavirus o las circunstancias que implicó el final del curso pasado marcado por el estado de alarma decidieron tramitar la jubilación anticipada.

La presidenta del sindicato educativo Anpe, Manuela Diez, explica que este centenar de docentes «en otras circunstancias estarían capacitados para seguir trabajando, pero dada la situación sanitaria vieron que era el momento y adelantaron esta decisión». Los docentes pueden jubilarse antes de llegar a los 65 años si cumplen los años cotizados —35 en el caso de los maestros y 33 en el de los profesores— y en la mayoría de los casos es habitual que continúen dando clases hasta alcanzar los 65 años.

«Este año, en el computo final de todo el 2019, se notará un incremento considerable respecto a otros cursos», explica Díez Fernández. El año pasado, de julio al 31 de diciembre, se jubilaron en León una cantidad similar sólo a las jubilaciones anticipadas que se han dado este curso en el mismo periodo, según los datos que baraja el sindicato y que fueron presentados previamente por Educación en febrero de este año.

Unas jubilaciones y prejubilaciones que también ponen en evidencia la alta tasa de envejecimiento de la plantilla de docentes —tras años con oposiciones paralizadas y como consecuencia del boom de plazas que hubo en la década de los 70— y que se cifraba en que por cada profesor de 30 años, en la provincia de León hay seis que tienen más de 50.

«En las plantillas todos ellos dejan el hueco y esto tendrá consecuencias en la próxima oferta de empleo público si se cumple la tasa de reposición al 100%», explica Manuela Diez, en relación a que estas plazas, tanto las de las jubilaciones como las de aquellos que se retiran con entre 60 y 64 están consolidadas en la plantilla educativa y deben ser reemplazados tras una oposición.

La situación generada por las clases a distancia, el miedo al virus y a sus consecuencias en la educación llevó a muchos docentes a intentar tramitar telemáticamente su jubilación anticipada ya durante los meses del confinamiento.