El curioso nombre que han puesto a la Variante de Pajares en el catálogo ferroviario

Sin número, no se es nada en el inventario de la red ferroviaria; la Variante de Pajares entre León y Asturias ya lo tiene, ahora que acaba de pasar al tramo final del lineal de la cadena de montaje que durante veinte años ha moldeado la estructura. 

La Variante de Pajares, en lo sucesivo 984, que será distinguida por esta combinación numérica en los libros de los maquinistas, en ese catálogo que reúne todos los destinos , todos los caminos, todas los trayectos posibles para el tren en España.

No faltan novedades en torno a estos tubos que definen el trazado más corto para cruzar de León a Asturias, recién entregados a Adif Circulación , para lograr en seis meses equilibrar veinte años de espera a base de calibrar el soporte.

La nueva prescripción ya alcanza la forma de borrador, sobre un plan de marchas para un tren comercial que ensayará la cobertura del trazado; que se añadirá al libro de itinerarios que se entrega a los maquinistas. Así se estrena la primera referencia de la línea 984, conocida popularmente como Variante de Pajares .

En las marchas no hay tiempos, aunque sí el relato a seguir sobre la lista de hitos y enclaves que fijarán la posición de los trenes cuando, en vez de ensayos, se realicen coberturas comerciales; el tren en la bifurcación pajares, en la Robla alta velocidad; el tren en el túnel de Alba; en el túnel de Nocedo de Gordón; el tren en los túneles de Pajares, ahí, durante 21 kilómetros, en ese paréntesis  amplio que domina el nombre de la Variante, antes de Pontones, los túneles de Teso, Campomanes Alta Velocidad, el túnel de Vega de Ciego, Pico de Siero y Pola de Lena; y vuelta, en sentido impar, sobre esa línea 984 en la que se fija el reto de alcanzar límite de velocidad lo más próximo al criterio de la alta velocidad europea, de los que dista aún por los márgenes que permite el sistema de vía, y la circulación. De momento, por el tercer carril no está prevista ninguna circulación en pruebas. 

La reseña más notable de las que se esperan en el túnel será  la incorporación de un Avril, uno de los 106 del modelo de rodadura desplazable, para que marque las velocidades máximas que se autorizarán a través de las galerías. A fuerza de consultas, algunos técnicos de Adif acceden a conceder que el tope estará en 220 kilómetros por hora, aunque no está determinado el plazo en el que se pueda lograr esa marca, ni los trechos en los que será posible. 

A la hora de calibrar las condiciones y circunstancias de la circulación se apaga una parte de esa euforia con la que se describen algunos acontecimientos que coincidirán con el primer tren comercial entre León y Asturias a través de esa estructura.

Al mismo tiempo que se completan los recorridos en pruebas, un calendario extenso y cargado de actividad, se puede avanzar en la adecuación de las galerías de evacuación, sin las que no será posible poner en servicio la Variante.

Mientras se llevó a cabo la construcción  del túnel, mediante trenes de prueba se realizaron diversos  recorrido en el interior de las galerías, lo que permitió  concretar itinerarios por las vías de explotación  hasta el interior del los túneles, en ambos sentidos, según se dispone en la normativa de sistema de control, señalización y mando de la propia Variante de Pajares.

Las previsiones en torno al catálogo, la verificación, las correcciones, el rodaje sobre raíles casi vírgenes, han logrado desembalar en las últimas jornadas algunas órdenes de trabajo ancladas en ese periodo de espera y aplazamientos que define la larga vida de las galerías, en un retraso cronificado y permanente .