Descalabro del sistema informático de Sanidad: Medora no funciona desde hace cuatro días

No, no se ha vuelto a caer. En realidad, no se ha 'levantado' desde el jueves. Medora, el sistema informático que regula las consultas médicas, las citas, acceso a historiales de los pacientes y prescripción de recetas lleva cuatro días prácticamente inoperativo. Esta mañana se han vuelto a colapsar los centros de salud de la provincia, que dependen directamente de Medora.

El sistema se cayó el jueves. El viernes, ante el propio consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, de visita en el Hospital de León, volvió a sufrir un 'apagón'. Hoy, después del fin de semana, en el que los centros de salud sólo atienden urgencias y no hay consultas habituales de médicos de familia ni pediatras, Medora ha seguido sin funcionar.

«Estamos intentando poner todos los medios necesarios para que la aplicación Medora funcione, pero la última incidencia ha sido por la incorporación de unos cambios y ya funciona, con lentitud, pero se normalizará», explicó el consejero Sáez Aguado el viernes en León después de ser informado de que el 75% de los pacientes quedaron sin atender.

El sistema falla con asiduidad, para desesperación de médicos y enfermeras, a pesar de que el responsable de la Sanidad autonómica explique que Medora lleva más de 14 años en funcionamiento y que sus fallos son puntuales y «en el día a día su funcionamiento es razonablemente bueno, aunque dé la impresión que tiene fallos continuados».

Sáez Aguado dio como explicación a la caída del jueves que obligaba a los médicos de Familia y Primaria a entrar y salir, «lo que generó una presión excesiva». Para lo que sucede hoy todavía no hay una explicación oficial.

La Confederación de Asociaciones de Vecinos de Castilla y León recibió más quejas por la caída del programa y avanzó que reforzará su campaña informativa para que los usuarios de los centros de salud realicen quejas formales cuando sucedan fallos como el de esta semana. El presidente de Cavecal, José María Collados, tachó de «inconcebible que tras un gasto de ocho millones de euros y años de mal funcionamiento, Sanidad haya sido incapaz de conseguir que los fallos dejen de producirse».