Diez se desmarca del parón del plan del casco antiguo y dice que «los técnicos estarán en ello»

Después de 20 meses, el alcalde de León, José Antonio Diez, se desmarcó ayer de la paralización del contrato de la «asistencia técnica para la elaboración plan director con valoración arquitectónica y recuperación social de la ciudad antigua». «No sé por qué y me imagino que sí. Los técnicos estarán en ello», se limitó a despejar la pregunta sobre los motivos de la falta de avance y la intención de reactivar un proyecto que comprometió, incluso antes de la toma de la posesión, que sería una de sus primeras acciones junto a la peatonalización de Ordoño II.

La derivación de la responsabilidad en los técnicos, al margen de cualquier intervención de los dirigentes políticos del Ayuntamiento de León, contrasta al comparar los dos proyectos que se marcaba el regidor socialistas tras las elecciones municipales. Mientras que la intervención urbanística en la céntrica avenida se resolvió en apenas un mes, desde la apertura de las plicas hasta la adjudicación a la empresa encargada, el plan del casco histórico cumplió con su primer paso en julio de 2019, pero no ha avanzado más allá de la reunión para dar cuenta del sobre con las ofertas técnicas de las siete empresas interesadas. El posicionamiento de Diez ajeno a cualquier responsabilidad en su avance hace que el proyecto siga en hibernación, sustentado por la reserva de crédito que se aprobó al iniciarse el procedimiento de contratación. Entonces, aún con el equipo de gobierno del PP, se consignaron 145.200 euros, IVA incluido, desglosados en 84.000 euros del ejercicio 2019 y otros 61.200 euros del 2020 que no se han perdido.

Diez tampoco avanzó mucho sobre la solución para el mercado del Conde Luna, una de las infraestructuras que hay dentro de la zona histórica, denigrada por el abandono de la población y el cierre de los comercios en favor de su utilización como espacio de ocio para la hostelería nocturna y de fin de semana. El alcalde confirmó que la subvención que se había solicitado para cumplir con el plan que entregó una empresa privada ha sido denegada. Sin estos fondos, el regidor insistió en que la reforma estructural, que proponía reorganizar por completo el interior con la reducción de puestos, un nuevo plan de negocio y la apertura del edificio mediante una fachada acristalada en su zona a ras de calle, está muy complicada.

El alcalde apuntó que habrá en las próximas fechas una nueva reunión con los comerciantes y reseñó que «no es un tema fácil de resolver», como se ha visto por la falta de avance de «las últimas corporaciones». Ahora, será «uno de los retos del nuevo concejal responsable», Vicente Canuria, que asume el cargo tras el abandono de las funciones por parte de Susana Travesí.