La dificultad para contratar personal cualificado frena la recuperación de la hostelería

Los Grados de Servicios de Restauración o Dirección de Servicios apenas superan los seis estudiantes por curso en el Centro Integrado de Formación Profesional de León Ciudad de León (CIFP) . El desinterés por los estudios de formación y especialización para trabajar en el sector hostelero contrasta con el aumento de la demanda. Los hosteleros dicen que no encuentran trabajadores para cubrir las ofertas. «No nos encaja que sean puestos de trabajo que más se demandan y sin embargo las matrículas que tenemos van cada vez a menos», explica Ángeles Fuertes García, jefa de estudios y profesora de Servicios en Restauración. «Hemos tenido un descenso en las matrículas en cocineros, pero lo preocupante son los servicios de restauración que cuenta cada curso con cuatro alumnos cuando hemos llegado a tener hasta quince. Lo ideal para la gran demanda que hay es que tuviéramos hasta treinta». Ángeles Fuerte ha emprendido este año una campaña de información y divulgación de los estudios en los centros educativos de la provincia para captar alumnado. «Esperemos que este año aumenten las matrículas porque si seguimos a este ritmo, los estudios de cocina, gastronomía y servicios de restauración corren el riesgo de desaparecer », una posibilidad que contrasta con la creciente demanda de personal en el sector.

La idea extendida de para ejercer de camarero «vale cualquiera» devalúa una profesión. Así lo cree el alumnado del centro. Algunos compiten en certámenes gastronómicos con buenos resultados. Es el caso de Djami Sanguisso tiene 21 años y estudia primer curso de Grado Medio de Cocina y Gastronomía. Natural de Burkina Faso, los trámites burocráticos en su documentación para quedarse en España le abrieron las puertas al estudio de una profesión que ya le ha abierto las puertas a una salida laboral este verano. «En África todo es muy distinto. Antes de ir a clase tienes que trabajar en la casa y hay poco tiempo para estudiar. Aquí todo son facilidades para asistir a clase y estudiar». Todos los días se traslada desde Valencia de Don Juan al centro de San Cayetano en León. «Cuando estaba en África me gustaba ser militar, pero ahora he encontrado una profesión que me gusta» y que se le da bien. Quedó la segunda en el concurso Combincuro Challange celebrado en la ciudad italiana de Padua el 25 de mayo. «Los ingredientes principales fueron pollo, espinacas, queso y patata. Estoy muy contenta. Tengo mucha suerte de poder formarme aquí porque aprendo mucho en clase. En África eso no es posible porque hay muchas huelgas, el curso 2018 y 2019 apenas pude estudiar tres meses».

Profesores y alumnado del CIFP Ciudad de León quieren « quitar el lastre» de que la hostelería es un sector mal pagado. «Tenemos convenios con muchas empresas de León y fuera de León y cumplen con el horario y los salarios cuando el personal está formado», asegura Ángeles Fuertes. «Tenemos una bolsa de empleo, pero no podemos abastecer de personal a los empresarios porque hay poca mano de obra. Las empresas que cumplen horarios y salarios captan a los mejores, a los especializados»

Airi de Paz tiene 17 años. Este año acaba el primer curso de Servicios de Restauración para camarera. « Mis padres tienen un negocio de hostelería y llevo tiempo ayudándoles. Conozco el oficio pero quería formarme profesionalmente. Estoy muy contenta porque aprendo cosas que no aprendes cuando trabajas. Yo quiero estar en la élite de la restauración. El mercado está muy mal, la gente del sector está quemada porque está muy mal pagada, pero si te profesionalizas encuentras un buen trabajo. Es una profesión dura, no nos podemos engañar, y te tiene que gustar mucho. No todo el mundo vale porque hay que tener don de gentes, una buena compostura y buen trato con el cliente».

Tras el parón de dos años por la pandemia, la escuela recuperó la semana pasada las prácticas con un servicio directo al público. «Sabemos que hay empresarios que no cumplen, por eso es importante la formación y la especialización».

Sonia da Costa es portuguesa y quiere profesionalizarse en cafés y estudia para ser una buena camarera y barista. Quedó octava en un concurso internacional celebrado en Lugo en el que concurrían 14 participantes. «Iba a clase por la mañana y entrenaba para el concurso por la tarde. Tuve que hacer cuatro espressos. Como soy portuguesa utilicé un licor de hierbas Beirao, café de colombia, jarabe de azúcar, clara de huevo y espuma de naranja. León estuvo presente con polvos de ronchitos. Me penalizó porque no me dio tiempo a regular el molinillo». Esta determinación y la profesionalización le ha llevado directamente a trabajar en el Parador de San Marcos. «Estudiar FP para dedicarte a la hostelería es la mejor opción porque te enfocas a la profesionalización para trabajar en hoteles de lujo, de más de tres estrellas, que no exigen profesionales que tienen formación en protocolo y en el trato al cliente. Ahora trabajo dando extras en el Parador de San Marcos, cuando hay celebraciones». Sonia cree que la falta de formación «devalúa la profesión» porque «hay muchos bares en España y todo el mundo piensa que para camarero vale cualquiera, y eso no es así, primero porque no están formados y porque sin formación pueden abusar con más horarios y menos salarios ». Sonia termina este año el segundo curso de Grado Medio y el año que viene se matriculará para el ciclo de Grado Superior.

El Centro Integrado de Formación Profesional de León abrirán en los próximos días el plazo de matrícula con la inclusión de un nuevo grado superior de Alojamientos Turísticos. En el centro se imparten dos cursos de Formación Profesional básica de cocina y restauración, para el alumnado que no ha terminado la ESO, dos años de Grado Medio en cocina y Gastronomía y Servicios en Restauración y ciclos formativos de Grado Superior en Dirección de Cocina y Dirección de Servicios en Restauración.

Iván Suárez acaba de terminar el Grado Superior en Dirección de Servicios en Restauración. Tiene 23 años y trabaja en el Parador de San Marcos. «Es un sector muy difícil. Últimamente se está explotando a los camareros. Hay gente que piensa que si no vales para otra cosa te puedes meter a camarero, pero con un poco de esfuerzo mejoras en tu formación y es mucho mejor. Yo empecé a trabajar en un bar porque me gustaba el trato con la gente y decidí especializarme. Ahora trabajo en Paradores y si no me hubiera profesionalizado no se hubieran fijado en mí». Acaba de firmar su primer contrato en el Parador de San Marcos. «No sé exactamente lo que voy a cobrar porque dependerá de los complemento, pero estoy contento con el sueldo y el empleo».

Iván participó en un certamen internacional de baristas en la ciudad gallega de Foz. « Quedé el quinto de catorce participantes. Me dio mucha rabia porque la confianza me jugó una mala pasada. En la cata brasileña me confié en la parte olfativa y no probé el café. Me equivoqué y por eso no conseguí un mejor puesto en el concurso».