La Ebau regresa a la normalidad

Tras los nervios de las últimas semanas, los 2.007 alumnos inscritos en la Ebau han terminado ya la prueba de Lengua y Literatura y de Historia . En el comentario de texto los alumnos han tenido que elegir entre Rosa Montero y Najat Hachimi y ya en las preguntas a desarrollar entre la generación del 98, los novísimos o Valle Inclán y Lorca. Unas pruebas con las que los alumnos tienen en mente las temidas notas de corte , que marcarán el acceso al grado deseado. El examen de Historia, sin embargo, les ha resultado más complicado. El Ándalus, la organización política del Estado franquista, la Constitución de 1812 o las causas de la guerra de Sucesión española fueron algunas de las doce preguntas entre las que tuvieron que escoger los estudiantes.

«He pasado muchos nervios, pero teniéndolo todo controlado, sabiendo lo que tienes que estudiar cada día y adaptándote a la situación ahora lo llevo bien», ha comentado Andrea Guerra Vallejo, de La Anunciata, tras el examen de Lengua y apuntar que le había salido «muy bien».

Sentada en un grupo con sus compañeros de centro a la puerta de la Facultad de Derecho, daban el último repaso a los apuntes de Historia. A Diego Danielov, de la Escuela Profesional San Francisco, este examen, que cerró las pruebas de la mañana, no le resultó tan complicado como preveía. «Me lo esperaba peor, tampoco hace falta matarse a estudiar para sacar buena nota», ha dicho tras invertir una hora de los 90 minutos que dura el examen. «Es más difícil el Bachillerato y esto es sólo la presión de hacer en tres días todo lo que has hecho durante el curso», ha apuntado.

En el Juan del Enzina estudiaba Irene Alonso, que se ha presentado a la Ebau para tener la prueba hecha por si acaso, porque su objetivo ahora es superar las pruebas para entrar en el Ejército, a ser posible en Tierra y conseguir una vacante en Conde de Gazola, la base leonesa. «Lengua me ha ido bien, pero Historia es más difícil», ha dicho.

Begoña Menéndez, una de las profesoras del IES San Andrés, que además es del área de Historia, ha precisado que «los estándares están mal planteados, algunas veces están desequilibrados porque unas preguntas son muy amplias, otras muy cortas, a veces poco definidas... pero todas puntúan igual». Pese a todo, incide en que los cambios que se han hecho tras la pandemia han desembocado en «exámenes más fáciles, porque hay muchas opciones a elegir». De hecho, esta es una de las pocas medidas durante la pandemia que se han mantenido en el ejercicio y muy pocos eran los estudiantes que llevaban mascarilla. De hecho, la distancia social ha dado paso, de nuevo, a la distancia de examen o para evitar copiar.

La vicerrectora de Estudiantes de la Universidad de León, Ana García Pérez, señala que este año se han eliminado todas las restricciones de la pandemia y que tan sólo un alumno que se ha puesto muy nervioso en la prueba de Lengua ha abandonado el examen.

«El distrito único sólo llegará cuando el Bachilerato sea el mismo. Ahora hay 17 bachilleratos y cada comunidad adapta a ellos la Ebau. Todo ello, a pesar de que para elegir universidad sí hay un distrito único y un alumno puede matricularse en cualquier universidad independientemente de dónde haya hecho la selectividad», ha explicado, en relación a la constante demanda de una , con los mismo baremos, para los estudiantes de toda España.

Los estudiantes se enfrentaron ayer también a la prueba de Lengua Extranjera y después, hoy y mañana, tras concluir las asignaturas vinculadas a la modalidad de Bachillerato que hayan cursado, los que quieran subir nota para optar a las titulaciones con más demanda deberán presentarse a las optativas para poder conseguir hasta 14 puntos, la máxima nota tras baremar la Ebau y el Bachillerato.