El candidato que huye de los focos

«Es mi hermano. Compartimos un abuelo con Mariano Rajoy», explica su hermano Enrique. Desde su presentación como miembro de la candidatura de Emilio Gutiérrez, el Partido Popular ha intentado proteger al máximo a Agustín Rajoy Feijoó, primo del actual presidente del Partido Popular.

En estos últimos diez días, no ha vuelto a aparecer en ningún acto de precampaña. Agustín Rajoy evita convertirse en un candidato mediático, ni tampoco la dirección del partido en León quiere que sea ése su perfil en la lista pese a que su nombre ha saltado ya a los principales medios nacionales. «Es una persona que está ahí por su valía», puntualiza Isabel Carrasco.

A su hermano Enrique le pasa algo parecido. «Somos familia, pero tenemos nuestra vida propia. En mi caso como notario y escritor y Agustín como economista», concluye en conversación telefónica desde La Coruña.

Y es que, a pesar de ser familia de Mariano Rajoy, ambos, y sobre todo Agustín, han llevado una vida tranquila y alejada de los focos. Sólo cuando Zapatero llegó al poder, Mariano Rajoy sacó a colación su pasado leonés y sus viajes de 11 horas en un Gordini hasta Pontevedra. El padre del actual presidente del PP estuvo destinado en León en la Audiencia Provincial e incluso conoció a la familia de Zapatero. Aquel pasado leonés le servía al PP como estrategia para contrarrestar el -˜efecto Zapatero-™. Varias veces, Rajoy habló de que tenía aquí un primo, pero nunca salió a la luz pública su nombre, ni su profesión, ni por supuesto, su foto.

Los primos de Rajoy no tienen buena prensa. Hace unos años, Rajoy negó el cambio climático por un familiar que vivía en Sevilla. Ante la lluvia de críticas, tuvo que rectificar.

Agustín Rajoy vive en León desde hace muchos años. Su mujer tiene una farmacia y él ha trabajado en distintas empresas desde hace más de 25 años. Su primer destino importante fue en el Grupo Elosúa, donde asumió varios cargos directivos desde 1984 en la división de supermercados Spar. En 1991, dio el paso más importante de su carrera, al ser nombrado director financiero del Grupo Unigro, conocido por los supermercados El Árbol. Hasta 1994 asumió varios cargos más y en 1995 decidió establecerse como asesor independiente y colaboró con la Universidad de León como profesor asociado para impartir cursos de Auditoría de Cuentas. Entonces Mariano Rajoy era sólo diputado por Pontevedra y dirigente de un PP en la oposición que intentaba abandonar la alargada sombra de Manuel Fraga en un barco capitaneado por José María.

En los últimos años, Agustín Rajoy ha seguido trabajando. Nunca se le ha visto en un lugar destacado en ningún acto del PP y menos con su primo. Ni tampoco se le conoce en ambientes culturales y sociales de León. «Tuvo aquí cerca un despacho. Era un señor normal», comentan en un bar cerca del despacho que tenía en el centro de la capital leonesa.

En 2005, según el currículum facilitado por el PP, se incorporó al Grupo Aliser, con sede en Asturias, que está dedicado a la venta y alquiler de maquinaria, y hasta 2010 fue miembro del consejo de Fusiones y Adquisiciones del mismo grupo.

Nacido en Santiago de Compostela el 29 de febrero de 1956, su vida está llamada a cambiar el próximo 22 de marzo. Si gana el PP tendrá que afrontar uno de las tareas más complejas de toda la gestión municipal: los números del Ayuntamiento.

El PSOE ya ha criticado su inclusión en la lista del PP. «Lo que no dicen es que es un profesional en lo suyo; sabe de números y va a tener trabajo suficiente viendo cómo están dejando los socialistas las arcas municipales», comenta un dirigente del PP, que deja otra frase: «Tiene la vida resuelta como para no meterse en problemas si no quisiera a esta ciudad». Agustín Rajoy fue presentado el pasado 14 de marzo junto a otros dos miembros de la renovada lista del PP. El partido, de momento, no quiere entrevistas. Tiempo habrá, dicen. Rajoy, Agustín, es militante del PP y quiere ser uno más. Su reto es que no siga siendo así después de las elecciones.