Tribunales
“Ellas se prostituían libremente “, dice el acusado de trata
La Audiencia juzga a una pareja por obligar a seis paraguayas a ejercer en un club de alterne de Villalobar; se enfrentan a penas de 63 y 56 años de cárcel respectivamente
El acusado de obligar a prostituirse a seis jóvenes sudamericanas en un club de alterne de Villalobar se negó a responder a las preguntas del Ministerio Fiscal en el juicio celebrado esta mañana en la Audiencia Provincial. “No conocía de nada a las chicas”, aseguró. “Yo les hice un préstamo y ellas decidieron ejercer la prostitucion de forma libre”, aseguró. Hacían “tres o cuatro pases por día “ y “es falso que les obligara a pagar 80 euros por salir fuera del local con un cliente. Lo pagaban ellos”.
La fiscal propone para él penas de diez años y medio de prisión por cada uno de los seis supuestos delitos de los que se le acusan.
En misma línea, su compañera sentimental aseguró que era empleada del club “como encargada de limpieza y cocina”, después de haber ejercido la prostitución “de forma libre y voluntaria durante siete años”. Afirmó que las víctimas “tenían llaves y podían entrar y salir y libremente” al local. Para ella el fiscal propone nueve años de cárcel por cada uno de mis seis delitos que aprecia.
La defensa de los acusados solicitó conocer la identidad de las jóvenes, propuesta a la que accedió la sala.
Las víctimas repitieron casi en todos los casos y a través de videoconferencia anonimizada el mismo testimonio: “Estudiaba Enfermería en Paraguay y necesitaba mantener a mi familia. Una amiga me dijo que haciendo eso podía ganar mucho más y me propuso venir al club en el que estaba ella “.
Rechazó que hubiera habido intermediarios: “Yo pensaba que era mi amiga quien había pagado el billete”, señaló tras ser preguntada si había sido el dueño del club el responsable de la transacción. “Me pagaron el billete y me mandaron 800 o 1.000 euros en metálico”.
Negaron haber sido obligadas a ejercer la profesión, pero no supieron justificar la procedencia de determinadas transferencias de dinero. “No me acuerdo, se lo juro”, le dijo la primera a la fiscal. “Yo no traje a más compañeras a trabajar a España”. Tampoco supo responder la primera interrogada cuando la fiscal le preguntó si la Policia se había inventado la acusación. Guardó silencio.
“Vine libremente a ejercer, sabía lo que hacía, nunca tuve presiones y tampoco hablé por teléfono con el dueño del club para venir, vine porque quise “, aseguró la primera testigo.
El testimonio de la segunda testigo fue algo menos benevolente. “Cuando estaba ella (la acusada) nos presionaba para hacer más pases para que pagáramos la deuda“. Del acusado dijo que nunca la conminó a traer a España más amigas. “Yo no hablé con él, me mandó un WhatsApp para venir y nada más “.
A preguntas de la defensa sí que insistió en que había venido libremente a ejercer la prostitución a León. “Yo primero me fui a trabajar en una casa de Brasil, pero sólo me pagaban mil reales y necesitaba más dinero”.
Confirmó que pagaba 50 euros diarios por habitación, desayuno, comida, merienda y cena “pero sí tenía la regla me ponían mala cara”. Reconoció que después de salir del club, siguió ejerciendo la prostitución “pero ya en un piso’