La empresa no paga ningún canon pese a que se exigía en los pliegos
El aparcamiento subterráneo de San Marcelo se vendió como un avance para la capital leonesa. La novedad sirvió para que el gobierno municipal de entonces decidiera exonerar del pago del canon a la Sociedad de Responsabilidad Limitada Estacionamientos y Servicios de Automóviles Essera. Pese a que en el Pleno de concesión, celebrado el 12 de junio de 1969, el jefe de negociado hizo contar que no se la propuesta no se ajustaba «estrictamente al modelo previsto en las bases», el alcalde entonces, Manuel Arroyo Quiñones, defendió que era un «defecto meramente formal, sin trascendencia», y que la sociedad «pudiera haber cumplido con este requisito simplemente con haber formulado el ofrecimiento de una peseta». Sobre el argumento abundó el secretario, quien respaldó que podrían declararlo desierto y adjudicarlo luego de forma directa a la misma sociedad, única que había presentado oferta.
La empresa, representada por Manuel González Mayoral y en la que ejercía como gerente Julián López Contreras, contaba con otros 14 socios, «vecinos de León y muy vinculados a León», como se recogía en las informaciones de la época. Sin carga anual, Essera, que había invertido cerca de 30 millones de pesetas —180.300 euros— sí pagó 5 millones de pesetas por la urbanización de los jardines exteriores, aunque el Ayuntamiento tuvo que complementar con 2.104.170 pesetas para cubrir la factura.