Jardín de piedras milenarias
La Era del Moro, entre rejas
Tras más de dos décadas desde que se planteó la liberación de este tramo de la Muralla de León y casi tres años de obras, la accesibilidad quedará restringida a los horarios de los parques para evitar el deterioro
La Era del Moro se convertirá en un jardín de piedras milenarias y césped tras las obras de rehabilitación de la cara exterior y el adarve de la Muralla de este tramo del lienzo norte, demoler las edificaciones antiguas y nivelar los terrenos.
Las obras que empezaron en 2019 llegan a su fin para convertir esta zona oculta de la Muralla en un espacio libre público y peatonal a la vez que punto de disfrute para que los habitantes y visitantes de la ciudad puedan conocer mejor el monumento. Es el espíritu del proyecto impulsado por el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de León, que financian con 1.218.941,85 euros cada uno.
El resultado ya está casi a la vista, con el césped ya creciendo en el interior del nuevo jardín. Pero la Muralla seguirá atrapada parcialmente. Sendas verjas separa el nuevo espacio público de la calle Era del Moro, por un lado, y de Ramón y Cajal, por otro, de modo que se abrirá y cerrará para su disfrute según los horarios estipulados para los parques de la ciudad.
La medida, contemplada en el proyecto desde su inicio, está encaminada a evitar el deterioro que se ha producido en diversas zonas de la Muralla, y particularmente en la Cerca Medieval, después de haber invertido significativas cantidades de dinero en su rehabilitación.
Sin embargo, la verja quita prestancia a la Muralla desde el exterior. El nuevo lienzo liberado queda entre rejas, aunque gozará de una iluminación nocturna extraordinaria. El paño que rodea al Castillo también pierde su panorámica libre de objetos con la erección de las farolas que completan esta iluminación del monumento. A mayores, un nuevo edificio ocupará parte del solar liberado para completar la manzana, que ahora queda abierta al patio de luces de otro edificio.
A principios del siglo XXI ya se planteaba la liberación de los cubos de la Muralla de la Era del Moro, atrapados en el patio trasero de unas viviendas y afeados por los usos que se daba al mismo, en los últimos tiempos como almacén.