Ester Muñoz: "No puede ser otro año sin que León figure en los PGE, vamos a estar muy pendientes»
Diez minutos antes de su primer pleno en el Congreso, descolgó el móvil y escuchó una oferta irrechazable: formar parte del núcleo duro de poder del PP nacional con una vicesecretaría. El que hablaba era Alberto Núñez Feijóo. Y ella, la primera persona leonesa en incorporarse al Gobierno orgánico del partido. Pasa a coordinar todo el trabajo parlamentario de Sanidad, Educación, FP, Universidades y mixta del estudio de las Adicciones, además de la labor de los consejeros del ramo en España.
—Con sus nuevas áreas, ¿empujará para que León disponga de Facultad de Medicina?
—Sí, la falta de médicos es un problema global y justo en la primera Interterritorial no figuró ese tema. Han tenido que ser los consejeros del PP los que le digan a la nueva ministra que se necesita un monográfico. Creo que con cinco ministros de Sanidad en cinco años al Gobierno de Sánchez le importa bastante poco la sanidad de este país. Meten en la cartera común nuevos servicios pero sin financiación a las comunidades y con un único criterio, la población, obviando la vejez, la cronicidad o la dispersión que hay en CyL, Castilla-La Mancha o Aragón. Así que hay temas que requieren que los abandere el PP. Desprenderse del ministerio y dárselo a Sumar es para una contra a los consejeros del PP. Me preocupa que usen un tema tan serio para una guerra.
—¿Ya ha conocido a la ministra Mónica García?
—No, pero he hablado con todos los consejeros de Sanidad, la mayoría son del PP, y la ministra me consta que no, aunque fue nombrada antes que yo.
—El Informe Pisa otorga a España su peor resultado, ¿qué falla en educación?
—Deja en evidencia que el Gobierno usa la educación para meter su ideología y su sectarismo, para adoctrinar a los alumnos. Nunca les ha importado que nuestros jóvenes estén formados. La Ley Celaá viene a devaluar la educación, no fue consensuada. Los resultados son malos, pero no es casualidad que CyL haya tenido los mejores, o que Madrid y Galicia estén en los primeros puestos. El modelo del PP basado en el esfuerzo del alumno, reforzar la figura del docente, innovar y contar con las familias, es un modelo de éxito y no lo digo yo, lo dice el informe Pisa. Es un orgullo e invito a la ministra a que lo exporte. Me llama la atención que Sánchez intercambie políticas de Estado por votos con la imposición lingüística en Cataluña y el País Vasco, un fracaso para los jóvenes, con el peor dato en lectura y matemáticas. No así en Galicia, con un modelo de bilingüismo cooperativo que funciona. Hay que sacar la ideología de la educación.
—¿Ya recibió respuesta del PSOE para reivindicar juntos infraestructuras para León?
—No, pero si Javier Alfonso Cendón aún no contesta, el PP empezará directamente esta semana a contactar con los ministerios para fijar reuniones. Están pendientes, entre otras, las autovías a Galicia y Valladolid, el Emperador, San Marcos, la intermodal del Manzanal, Torneros y la estación del AVE segunda fase que se quedó en el sueño de los justos. No puede ser que otra vez este año tengamos una reducción en nuestros presupuestos generales de la cuenta de León. Vamos a estar muy pendientes.
—¿Y disponen de una estrategia superior para lograrlo, porque Cataluña y País Vasco se van a llevar casi todo...?
—La estrategia superior es que vamos a hacer un control exhaustivo de todos los ministerios que tienen que traer inversiones para León, pero desgraciadamente quien tiene la ejecución política es el PSOE y nosotros podemos reivindicar sin parar, controlarles con preguntas parlamentarias, escritas, pero la decisión última es del PSOE y creo que todos los leoneses hemos visto qué decisión ha tomado el PSOE: todo el dinero para Cataluña a cambio de que Sánchez esté en su sillón. Tendremos que dar la batalla.
—¿Tiene la sensación de que ha caído de pie en política, porque sigue subiendo escalones?
—En política no siempre uno tiene éxito ni el trabajo se traduce en resultados. Me han tirado y me he tenido que levantar. Agradezco a todos los que me han dado una oportunidad y veo enriquecedor mi paso por el Senado con 30 años y como asesora de Fernández Mañueco. Como delegada territorial fue de las etapas más bonitas, abrir las puertas a los alcaldes para que viesen en la Junta un aliado y en parte lo conseguí. Hubiera seguido si no me hubieran demandado para otras tareas. Ahora como diputada, muy responsabilizada porque estamos en una legislatura inédita. Sánchez hace cosas que ninguno de sus antecesores se atrevió. Dice que hay que devolver al parlamentarismo los conflictos políticos. Mire, no. Los conflictos políticos se arreglan en la política y los delitos en el judicial y ha habido delitos muy graves. Esos planteamientos no son propios de una Democracia seria y firme por siete votos.
—Dijo que hay que defender la Constitución. Explíquelo.
—La Constitución aprobada por la mayoría, donde no prima una ideología y que nos ha dado las mayores cuotas de prosperidad económica, política y social, está siendo atacada desde el Gobierno, que la intenta cambiar sin los trámites oportunos, derogarla tácitamente, y hay que defenderla. Esto no ha pasado nunca en 45 años. Sánchez intenta colonizar todas las instituciones.
—¿Ya ha podido digerir perder el Ayuntamiento de León y la Diputación tras casi tocarlo?
—Eso nunca se digiere y siempre te queda qué pena si con un último impulso se hubiera hecho. De todo hay que aprender y seguir trabajando. David Fernández está realizando una muy buena labor de oposición, se nota que hay una senda de trabajo detrás de todo lo que hace y poniendo al alcalde donde tiene que ponerle e incidiéndole para que trabaje por León. Y en Diputación, creo que la UPL siempre ha preferido pactar con el PSOE y al resto de pactos en la provincia me remito. Ellos sabrán, tuvieron que romper hace dos años porque no se cumplían los acuerdos y vemos que no van a cumplir ahora absolutamente nada. Los problemas de la Diputación siguen siendo los mismos. No cabía esperar otra cosa si el pacto también sigue siendo el mismo.
—¿Dónde está Margarita Torres?
—Creo que ha pedido la baja, recientemente falleció su madre, estaban muy unidas y quiero dejarlo en la esfera de lo personal porque entiendo que no estarán siendo buenos momentos para ella. No ha dejado su acta, es una baja temporal.
—¿Qué balance efectúa tras un año de presidenta del PP?
—Llegué en un momento de vorágine de elaboración de listas, de muchas tensiones en el partido y se consiguió en esa primera etapa relajar absolutamente todo. Hubo elecciones municipales y nacionales y las ganamos ambas tras ocho años. El trabajo de los candidatos se notó, tuvimos un gran respaldo y en ese sentido, contenta. ¿Hay cosas que cambiaría?, no lo sé. Soy de las que pienso, las decisiones se toman y aprendes cuando te equivocas.
—¿Ve que el partido sigue sus directrices?
—Bueno, han pasado las elecciones, estamos en un momento más tranquilo, en la etapa ordinaria y veo a los alcaldes y a los portavoces trabajando, a los parlamentarios presentando preguntas de control al Gobierno, en la Diputación con mociones, ideas. Trabajo con normalidad.
—¿Se estrenó en el Congreso?
—Sí, ya pregunté por escrito por el viaducto, el regadío y las autovías porque la presidenta del Congreso lo tuvo cerrado a cal y canto para que no se molestara a Sánchez mientras confeccionaba sus pactos y eso es terrible, poner al servicio de una persona todos los poderes del Estado.