Las galerías de emergencia para evacuar pasajeros en la Variante de Pajares ya no sirven al estar inundadas

El catálogo de agujeros negros de la Variante tiene referencias de sobra y amplias de los túneles auxiliares, las galerías armadas para evacuar en caso de emergencias.

Esos tubos de evacuación vuelven a recuperar ahora protagonismo, o trastienda, según el resultado y el avance de las pruebas de seguridad. Los túneles abiertos para solventar imprevistos y rescatar a los viajeros que resultaran afectados por situaciones extremas no se emplearán para ese fin; porque son un torrente de agua que anula totalmente la función para la que fueron armados.

La alternativa es un tren, que tendrá base en la capital leonesa, desde donde se dirigirán las expediciones de auxilio en el interior del túnel; así se ensayó mediante un proceso de simulacro programado días atrás, y así se completará en adelante, mientras no se solucionen las consecuencias de los torrentes de agua que se filtran por los ramales de la plataforma de la alta velocidad y que impiden que se lleve a cabo la evacuación de los pasajeros de un tren averiado o siniestrado por esos túneles de auxilio.

Este nuevo remiendo en el mantel del resultado de una obra de 4.000 millones de euros y dos décadas de obras se le encomienda a una composición del Talgo 6, que es la misma con la que se ensayó la evacuación de treinta personas; el procedimiento será la de entrada en el túnel, con dos locomotoras, para completar la circulación en doble sentido; y así completar el rescate de los viajeros afectados, que caminarán por el andén de la galería para subir al tren supletorio que los sacará y alejará del peligro.

Con los  túneles auxiliares de la Variante se acumularon algunas de los asuntos más delirantes del proceso de construcción de la estructura; abierto en un perímetro y en un volumen que no permitía el acceso y cruce de dos ambulancias o camiones de bomberos, el retraso en las inversiones, los proyectos de revestimiento, la orientación del hueco... hasta el modelo de excavación empleado llegó a estar en entredicho.

La realidad se da ahora de bruces con la normativa de seguridad ferroviaria que corresponde certificar a los técnicos, en ese último empujón administrativo que espera la Variante para abrir el paso a los trenes comerciales.

Con las galerías inundadas de agua, es imposible evacuar a los viajeros entre túneles. Esa es la realidad que distorsiona la normativa; el punto de parada preferente se localiza en un tramo central de la obra, con una galería de acceso a la cota del túnel principal desde Buiza, en un enclave interior que comprende la zona de Folledo-Viadangos.

Se localizan galerías de conexión entre los tubos cada 400 metros.

En el muestrario ferroviario ya aparece un accidente de un tren de mercancías en mitad del túnel de San Gotardo, con un protocolo más próximo a la normativa del que ofrece la Variante.