Los gusanos regresan a la sopa en León... ahora en la cafetería del Hospital
Servicio territorial de Sanidad abre una investigación y depurará responsabilidades si procede
Imágenes de los gusanos en la comida. DL
El personal médico de guardia del Complejo Asistencial Universitario de León (Caule) se topó este sábado con una desagradable sorpresa en la sopa que le dieron de comida en la cafetería del Hospital de León. Entre los fideos pululaban unos bichitos oscuros, vulgares gusanos también conocidos como gorgojos, que les quitaron el apetito.
La indignación corrió por los teléfonos móviles a través de las fotos que los primeros en acudir a la comida realizaron de la fauna flotando en la sopa. «No sólo es en la sopa, es en más sitios», aseguró una fuente cercana al cuadro médico del Caule.
La cena de esta noche para el personal de guardia, con moho. DL
El Hospital de León tiene cocina propia, pero solo para los pacientes. Se da la circunstancia de que el personal médico de guardia tiene que comer en la cafetería del centro sanitario, que está gestionada por la empresa Serunión. Esta empresa ya protagonizó otro escándalo en los comedores escolares de León en octubre de 2014, hace ocho años. La alarma saltó en el colegio Antonio Valbuena de León, pero luego se supo que la misma sopa con gorgojos se había servido en el colegio Trepalio de Trobajo del Camino y el CRA de Riaño, que se llegara a hacer público.
La Gerencia del Hospital mantendrá una reunión con el gigante del cattering Serunión mañana, tras conocer los hechos y paralelamente solicitará al servicio territorial de Sanidad de la Junta que abra una investigación para depurar responsabilidades si procede, según confirman fuentes de la Consejería de Sanidad y de la propia Gerencia hospitalaria. Es más, en cuanto la subdirectora responsable tuvo conocimiento el sábado de los desagradables inquilinos de la comida transmitió la información al gerente, Alfonso Rodríguez-Hevia, que decidió actuar.
Los gusanos no son un caso aislado. La cena de la noche del domingo también llegó con sorpresa. El moho en el tomate de la ensalada dejó a los comensales sin ganas de probar la comida.
